"Ha pasado un mes desde ese partido. Los tiempos son relevantes. La congregación de miles de personas, a dos centímetros una de la otra, aún más asociada a las entendibles manifestaciones de euforia, gritos, abrazos, puede haber favorecido la replicación viral", expresó.
El encuentro se disputó el 19 de febrero pasado en el estadio San Siro, de Milán, y registró una asistencia de 44.236 espectadores. Fue justamente en esa ciudad de la región de Lombardía, en el norte de Italia, desde donde se propagó la enfermedad que hizo estragos en ese país europeo que ya superó a China como el de más contagios y muertes: sólo ayer hubo allí 627 fallecidos.
Después de que el 15 de marzo pasado se confirmara que el futbolista argentino Ezequiel Garay se convirtiera en el primer positivo de coronavirus en el Valencia, el club emitió un comunicado en el que informó del contagio masivo en su plantel profesional: "A pesar de las estrictas medidas adoptadas por el Club tras disputar el 19 de febrero de 2020 un partido de UEFA Champions League en Milán, área confirmada de alto riesgo por las autoridades italianas días después, distanciando a la plantilla del entorno laboral y del público en general, los últimos resultados demuestran que la exposición inherente a los partidos ha provocado en torno a 35% de casos positivos".
Sobre su hipótesis de contagio el profesional Le Foche, profesor de Reumatología de Ciencias Biomédicas en la Universidad de La Sapienza, Roma, agregó en declaraciones al diario Il Corriere dello Sport: "Me refiero a que hubo una expulsión de grandes partículas virales a gran velocidad desde las vías respiratorias superiores, la boca y la nariz. Estamos hablando del énfasis colectivo de un partido histórico. Debo imaginar que casi todo el mundo acudió a ese partido, probablemente incluso asintomáticos y febriles".
Trascendió que los otros casos de futbolistas del Valencia que contrajeron el virus son los de Eliaquim Mangala y José Luis Gayà. De los demás aún no se conoce la identidad.
El médico hizo además una estimación de la expansión del virus: "Continuará propagándose. Nosotros, gracias también a haber estudiado lo que está sucediendo en el norte, lo hemos reducido a términos mínimos, pero no es suficiente volver a la realidad de antes. De aquí a los próximos meses, tenemos que reorganizarnos de una manera diferente. Si el virus baja en Italia, la tendencia es que crecerá en Francia, Alemania, España e Inglaterra. Todas las naciones que juegan un papel central en las competiciones internacionales y una solución sería jugar a puerta cerrada los próximos meses. El comportamiento humano ha cambiado el hábitat y, por lo tanto, las posibilidades de adaptación de los virus. El virus, si no tiene células para replicarse, muere. En una situación de hábitat alterada, las partículas virales buscan el ambiente más favorable. Esto favorece el salto de especies. Es la teoría de Darwin. Se adaptan en la transformación".