Adele interrumpió su concierto del pasado sábado en Múnich (Alemania) para seguir la final femenina de 100 metros de los Juegos Olímpicos de París, donde la atleta británica Daryll Neita quedó en cuarta posición.

Un día antes la cantante británica había confesado su predilección por la norteamericana Sha’Carri Richardson, que finalmente se llevó la medalla de plata ya que la ganadora fue para la santalucense Julien Alfred.

Así, la cantante paró el concierto que se desarrollaba en el estadio de Messe München, con capacidad para 73.000 espectadores, en uno de los primeros que ha ofrecido en la ciudad alemana y que forma parte de su paso por el país, donde dará ocho shows más.

Precisamente, durante el primero de ellos la artista reconoció que había “criticado” el rendimiento de los deportistas olímpicos, sabiendo que ella “no podría hacerlo”.

“Estaba viendo a atletas de talla mundial y decía: ‘Oh, ese final ha sido un poco flojo, ¿no? Sus piernas no estaban muy rectas’. Sabiendo que si yo intentara hacer algo de lo que hacen ellos, me moriría. Me moriría si quisiera hacer cualquier tipo de movimiento’, bromeó Adele en un momento captado por muchos de los asistentes y difundido en redes sociales como X o TikTok.

En el mismo show, Adele también elogió a la legendaria gimnasta Simone Biles. “Ella fue absolutamente brillante”, dijo sobre esa deportista.

Antes de Alemania, la artista llevó a Las Vegas (Estados Unidos) su Weekends with Adele, que comenzó el pasado 18 de noviembre de 2022 y que acabará el 23 de noviembre de este año, después de que en marzo anunciase que suspendía “temporalmente” otros 10 conciertos que tenía planeados por problemas de salud que le habían afectado a la voz.