REDACCIÓN ELONCE
Culminó la décimo cuarta edición del “Rally de las princesas” en la ciudad de Paraná con una fiesta de cierre y la entrega de premios en el Mirador Bar en la tarde del sábado.
Emanuel Famea, presidente del club de autos clásicos y antiguos de Entre Ríos, habló en primer lugar desde el espacio de descanso: “Luego de una linda actividad deportiva, que ha transcurrido en rutas nacionales y provinciales, estamos dando fin en el Mirador Bar”. Además, agregó: “La idea es ir buscando lugares alternativos con ese encanto que hace especial a este evento”.
Entre las actividades que tuvieron, ayer hubo Endurance, que se llevó a cabo en el autódromo de Paraná. “Hoy largamos a las 11 de la mañana en el Hotel Mayorazgo. Luego de eso, nos dirigimos camino a Cerrito, ingresando por ruta alternativa hasta llegar a Hernandarias, haciendo enlace luego a Piedras Blancas. La metodología es regularidad por tiempo, donde se trabaja únicamente con cronómetros”.
Sobre el almuerzo al culminar la competencia, expresó que fue “distendido”. “Fue en un lugar muy hermoso en Piedras Blancas. Estuvo bastante divertida la carrera y esa locación hizo que se distienda”, comunicó.
Para la décimo cuarta edición, se contó “con 30 inscriptos, compitieron 29 –uno por cuestiones técnicas no pudo competir-”. “Tenemos una amplia variedad de edades en los vehículos. Hay autos nacionales y algunos importados y de la pre guerra (de la década del ’20)”, subrayó.
A la hora de la premiación, “lo que se tiene en cuenta es la precisión en los tiempos en los que se fue haciendo la hoja de ruta. Hay una fiscalizadora externa, que lleva el trabajo de control de tiempo”.
Aixa Franke, que fue una de las participantes de esta edición, remarcó su historia: “Nací en Bariloche y ahora vivo en Buenos Aires. Soy muy fanática de los fierros. Quería agradecer a la organización por invitarme a ayudar a la difusión del evento a través de las redes sociales. Ya es el cuarto año que participo con mi mamá. Estamos muy contentas”.
Sobre sus reflexiones del paisaje de Paraná y el resto del departamento, dijo: “Me encantó. Realmente pasamos por lugares re lindos, mucho campo, mucha chacra. Está bueno salir de la ciudad y pasear con un Volvo del año 1959 por estos paisajes. Cada minuto de ruta se valora y se disfruta muchísimo”.