Miguel Ángel Russo comenzó su segundo ciclo al frente de San Lorenzo en un ambiente de alta expectativa y tensión. Tras la presentación del jueves, el entrenador se centró en el debut ante Barracas Central y tomó decisiones contundentes que han sorprendido a los hinchas y a los propios jugadores.
En el segundo entrenamiento de Russo, se notó la ausencia de Sebastián Blanco, Agustín Hausch y Francisco Fydriszewski. Lo llamativo es que ninguno de los tres reportó inconvenientes físicos. Su ausencia ha generado especulaciones, especialmente tras la reciente controversia en torno a Fydriszewski, quien erró un penal decisivo en el partido contra Godoy Cruz. En lugar de pasar la pelota al designado Iker Muniain, el delantero decidió picarla, lo que resultó en un fallo que dejó al equipo sin puntos y causó malestar en el vestuario.
Rodrigo Abadie, representante de Fydriszewski, había declarado días antes que las versiones sobre su separación del plantel eran completamente falsas. Sin embargo, su exclusión en el entrenamiento ha llevado a cuestionamientos sobre su futuro en el equipo. La situación se vuelve más compleja al considerar que Blanco, un referente en el plantel, también se ausentó. Su falta de participación ha sido notable desde el ciclo de Leandro Romagnoli, y esto no ha pasado desapercibido para los aficionados.
En un diálogo con ESPN, Russo se refirió al insólito penal de Fydriszewski, mencionando que estas situaciones no son comunes en el fútbol y que es fundamental aprender de los errores. “No se puede permitir que esto ocurra más de una vez”, dijo. Además, reconoció que es crucial que los jugadores comprendan la seriedad de cada decisión en momentos cruciales.
Fydriszewski, después del mal momento, se disculpó públicamente en redes sociales, reconociendo que su ejecución fue imprudente y que perjudicó al equipo. “Sé que no era el contexto para hacerlo”, escribió, intentando así apaciguar las aguas.
Con el arranque del torneo a la vuelta de la esquina, las decisiones de Russo en torno a estos jugadores serán observadas de cerca. La capacidad del entrenador para gestionar estas tensiones y mantener la cohesión en el vestuario será crucial para el rendimiento del equipo en la Liga Profesional.
(TyC Sports)
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