Conflicto por herencia. La comunidad de Monte Grande se vio conmocionada por el asesinato de Isabel Salazar, esposa de un pastor evangélico. La víctima, de 52 años, fue encontrada sin vida en su hogar por su esposo, Roberto Arakelien, quien regresó de la iglesia.
Según su relato, al ingresar a la vivienda, se encontró con “manchas de sangre” en el comedor y constató que le habían robado $50 mil. Este suceso puso de relieve un posible conflicto familiar que podría estar relacionado con cuestiones de herencia.
Análisis de las cámaras de seguridad
Las autoridades, al enterarse de la situación, iniciaron una investigación y recabaron información a través del análisis de las cámaras de seguridad de la zona.
Esto llevó a establecer que, el mismo día del crimen, “una camioneta Renault Kangoo blanca pasó por la puerta de la iglesia y luego se estacionó cerca de la casa de la víctima”. Esta pista se convirtió en un elemento clave para la resolución del caso.
La situación tomó un giro inesperado cuando se descubrió que la hija del pastor, L. Arakelian, reside a solo 11 cuadras del lugar del crimen. Como resultado, se ordenó un allanamiento en su domicilio, lo que llevó a la detención de su pareja, Magragone A. (60), y el hijo de ella. Los investigadores comenzaron a explorar las conexiones familiares en profundidad.
Elementos incriminatorios en el allanamiento
Según informes de medios locales, en la vivienda hallaron la camioneta que fue captada por las cámaras de seguridad, así como el dinero robado, prendas con manchas de sangre y dos armas de fuego.
Aunque las autoridades aún no proporcionaron información detallada sobre los motivos del asesinato, la principal hipótesis de los investigadores apunta a que se trataría de un conflicto económico.
Esto se debe a que, presuntamente, la hija del pastor tendría celos de la víctima ya que se casó con su padre hace poco tiempo y la habría amenazado con sacarle la herencia. (Con información de NA)