Accidente en experimento escolar. Una niña de nueve años permanece internada en el hospital San Roque de Paraná tras haber sufrido quemaduras en el rostro, como consecuencia de una explosión durante una fase experimental en el laboratorio de la escuela a la que asiste, en Nogoyá.
“Una niña de 4º grado se encontraba en una clase de laboratorio haciendo un experimento denominado `La serpiente del faraón´ a través del que se mezcla bicarbonato, alcohol y arena. Según la teoría, no es explosivo; ya lo habían hecho cinco veces y nunca había pasado nada. Pero en un momento dado, colocaron alcohol a la arena y la combustión largó una llama que impactó en el rostro y el pelo de la nena”, explicó a Elonce el jefe de Operaciones de la Departamental policial de Nogoyá, Matías Dominici.
El accidente ocurrió este miércoles en horas del mediodía en la Escuela Nina Nº 92 “Enrique Pestalozzi” de Nogoyá.
Tras el accidente, la alumna fue trasladada al hospital San Blas desde donde, tras las primeras curaciones pertinentes, debió ser derivada al San Roque de Paraná. El comisario confirmó a Elonce que la pequeña sufrió quemaduras de segundo grado en el rostro. “Serían heridas superficiales en la piel y subyacentes”, acotó al respecto.
Tras el hecho, se investigan formas y circunstancias en las que resultara lesionada la alumna. “Fue un hecho accidental y fortuito”, indicó el funcionario policial tras las entrevistas que mantuvo con la maestra y la directora de la escuela.
En qué consiste el experimento "la serpiente del faraón"
La serpiente del faraón es una reacción química cuyo resultado son cenizas expelidas de forma que se asemejan al crecimiento de una serpiente.
Inicialmente, para realizar el experimento se utilizaba tiocianato de mercurio, un compuesto químico inorgánico que en contacto con el fuego produce una abultada "serpiente", de ahí el nombre del experimento. Sin embargo, este compuesto tiene propiedades tóxicas, por lo que para realizar la serpiente del faraón es conveniente sustituirlo por otros materiales.
Para hacer este efecto, se necesita arena, bicarbonato, azúcar y alcohol. En primer lugar se mezclan el bicarbonato y el azúcar y una vez que está hecho se pone arena en un molde ignífugo y en el centro se pone la mezcla. La arena debe haber sido rociada previamente con alcohol o gasolina.
Una vez preparado, en un lugar seguro, se prende fuego a la mezcla de bicarbonato y azúcar, creando así el efecto óptico que da nombre a este experimento.