El río Paraná mide 64 centímetros este viernes a la altura de la capital entrerriana, según los registros de Prefectura a los que accedió Elonce. El curso de agua permanece en bajante y descendió 22 centímetros en una semana.
Según los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA), el Paraná continuará en descenso y hacia comienzos del mes de septiembre, el río registraría 51 centímetros.
Debido a que la situación del río incide directamente en la captación de agua cruda para su potabilización, desde la Municipalidad de Paraná respaldaron la obra que se realizó en 2021, en la Toma de Agua, para trasladar al muelle profundo la bomba que alimenta a la planta de avenida Ramírez y, de esa manera, independizar la red de los problemas que acarrean las bajantes.
“En el periodo de Niña que atravesamos, los pronósticos indican que hasta septiembre se mantendrán los niveles de entre 60 y 70 centímetros; mientras que, hacia fin de año, recién empezaría a retirarse el contexto de Niña para volver a un estado normal”, comunicó a Elonce el subsecretario municipal de Planeamiento Sectorial, Xavier Bilbao.
Y continuó: “Durante la gestión anterior, cuando atravesamos la bajante histórica del río Paraná, que llegó a valores negativos a la altura de la escala local, se hizo un traslado de bombas a Toma Nueva y, actualmente, tenemos para tomar agua cruda por debajo del metro y medio del 0 de la escala; y en Toma Vieja, la bomba más antigua quedó desafectada o como complemento en caso de ser necesario en otras situaciones”.
“Actualmente, brindamos agua cruda para la planta de tratamiento a las plantas de Etcheverría y avenida Ramírez, y todos los centros distribuidores se encuentran trabajando con normalidad”, aseguró Bilbao al remarcar: “Fue una obra precisa para adecuar el sistema de toma de agua y tratamiento para estas condiciones que seguiremos atravesando”. “Fue una obra justa y necesaria porque ahora estamos viendo los resultados”, sentenció.
