La Dirección de Control Urbano Municipal secuestró dos caballos que eran utilizados para tracción a sangre en Paraná. Uno de los procedimientos se llevó a cabo en calle Coronel Uzín y Santo Domínguez y el otro en Cura Álvarez y Villaguay. Los animales son derivados a los espacios que tienen las asociaciones civiles y quedan a resguardo.
Miguel Ángel Dietz, subdirector de Control Urbano, explicó a Elonce que “pedimos compromiso de los vecinos para denunciar estos casos a través del 147. Tenemos guardia las 24 horas, solicitamos a la gente que denuncie si ve un animal que está sufriendo maltrato. También pueden comunicarse con el 911, que nos da intervención”.
Señaló que “a estas situaciones las venimos trabajando desde el comienzo de la gestión. La intendenta nos abocó a esta tarea, a abordar los problemas que tenemos, hoy incrementados por la situación social que se vive. Vemos que la tracción a sangre avanzó nuevamente sobre la ciudad, porque la gente busca recolectar algo para comer o juntar elementos para ser vendidos y llevar un plato de comida a la casa”.
Recordó que por Ordenanza la tracción a sangre está prohibida en Paraná. “Hacemos cumplir la Ordenanza. Esperamos que a futuro esto tenga un impacto social donde se pueda abordar de otra forma este tema que es muy delicado”, dijo.
Reiteró que “es importante el rol de los vecinos, que son nuestros ojos en la calle, y nos dan aviso para que tomemos intervención. La mayoría de los caballos están deshidratados, carecen de algún control, sus herrajes están destruidos, están lastimados, a veces renguean. Una de las yeguas que secuestramos hoy está preñada”.
Mencionó que las asociaciones “Mi reino por un caballo y Basta de TAS están muy comprometidas. Se ocupa medicación, suero, cosas que cuestan mucho dinero reponer y lo gastan sin dudarlo, sin saber si al animal lo podremos salvar. Eso ocurrió ayer, con el caso del caballito que se desplomó. Lo quisimos estabilizar y lamentablemente tuvo un mal desenlace”. Elonce.com