Luego del lunes libre, Boca puso en marcha esta mañana una nueva semana de entrenamientos con vistas al partido del próximo sábado ante Platense, desde las 21 en La Bombonera. El Xeneize está obligado a levantar la pobre imagen que mostró el domingo pasado en Paraná, donde perdió 3-0 sin atenuantes ante Patronato.
Uno de los principales inconvenientes que tiene que resolver el entrenador de Boca, Hugo Benjamín Ibarra, es el sistema defensivo. Tras la salida de Carlos Izquierdoz, sumado a la lesión de Marcos Rojo, el Xeneize sufrió cada ataque de sus rivales.
Desde que agarró la titularidad, el defensor peruano Carlos Zambrano evidenció un nivel futbolístico descendente y Facundo Roncaglia se notó falto de fútbol tras reemplazar sorpresivamente a Rojo ante Patronato en Paraná.
Es por eso que el Negro recibió dos buenas noticias en el entrenamiento de hoy: los defensores Nicolás Figal y Gabriel Aranda hicieron la primera parte de la práctica a la par del plantel.
Por el lado del ex-Independiente, todavía le faltaría un tiempo para volver a las canchas, mientras que Aranda estaría disponible para jugar el sábado ante Platense. Figal se está recuperando de una distensión grado dos del ligamento lateral interno de su rodilla derecha y el zaguero juvenil de Boca evolucionó de su esguince en el tobillo izquierdo.
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Tras sufrir una molestia en la entrada en calor para el partido ante Patronato, Rojo se hizo estudios ayer y confirmó un desgarro de grado 2 en el sóleo, por lo que se perderá los próximos cuatro partidos: Platense, Agropecuario (Copa Argentina), Racing ni Rosario Central.