En medio de la pandemia todos los intendentes y jefes comunales santafesinos vienen implementando estrictos controles a las personas que quieren ingresar a sus localidades. Y las fiscalizaciones suelen ser implacables, no hay excepción alguna para no acatar las normas de prevención del Covid-19. Esto lo vivieron en carne propia un grupo de pastores evangélicos y seguidores de la Iglesia Redentor a los que no se les permitió ingresar al templo de Carrizales (Clarke): en respuesta decidieron celebrar la misa en el medio de la ruta, en el ingreso a la localidad, ubicada a 65 kilómetros de Rosario.
En medio de una jornada muy ventosa, los participantes se ubicaron en semicírculo en la banquina de la ruta y allí celebraron la ceremonia religiosa, munidos de barbijos y rodeados por los automóviles con los que procuraban ingresar a la localidad.
Los religiosos no pudieron entrar al pueblo al negárseles la entrada por no cumplir con las medidas sanitarias contra el coronavirus exigidas por los controles.
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Ante el rechazo, los creyentes tomaron la decisión de bajarse de los autos en los que se trasladaban al lugar y celebrar la reunión (como les llaman a sus misas), sobre la misma ruta 10.
"Recibimos un llamado del presidente comunal de la localidad que nos decía que teníamos prohibido ingresar a Clarke", declaró el pastor Néstor Olchowij a Radio Red FM 105.7.
Los pastores denunciaron una discriminación religiosa. "Cuando nos dijeron que no podíamos entrar nos fuimos con los hermanos de la iglesia a la Ruta 10, en el ingreso al pueblo, y nos pusimos a adorar y orar a Dios ahí mismo", reprodujo el diario digital SL24.
Carrizales (conocida comúnmente como Clarke) es una comuna ubicada en el Departamento Iriondo, a 65 kilómetros al norte de Rosario y a 117 kilómetros al sur de la capital provincial.