Como si fuera un mandado sencillo, un trámite aburrido, Kevin Durant lanzó desde casi 9 metros con la bola incandescente, hizo lo habitual -encestar- y se dio vuelta serio, impertérrito, lento. Casi como decepcionado, como si hubiera fallado. Pero acababa de poner 106-100 arriba a Golden State en casa de Cleveland a falta de 51 segundos y de dejar muy encaminado el 3-0 para Warriors en la final de la mejor liga de básquetbol del mundo, la NBA.
El partido terminó 110-102 para el defensor del título, que quedó al borde de otra conquista, la tercera en cuatro temporadas y siempre contra el mismo finalista. Tan cerca que jamás, en 13 ocasiones, un equipo logró remontar un 3-0 en una serie decisiva por el anillo. Nunca en la historia de los playoffs, en rigor, se dio vuelta ese marcador.
La sublime producción de Durant, autor de 43 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, fue demasiado incluso para LeBron James, al que no le alcanzó un triple-doble: 33-10-11. El Rey no cuenta con lo que sí tiene KD: un conjunto de compañeros capaces de rendir en una final lo que su talento debería redituar. Golden State tiene tantas figuras que cuando falla alguna, o algunas, como Stephen Curry esta vez (11-5-6), hay otra que brilla por esa.
Difícil que deje de encandilar Durant, que flaco y desgarbado como lo es, alto como para jugar de perimetral, es un tremendo francotirador y un buen defensor. Ya fue el jugador más valioso de la definición de 2017, y en este tercer encuentro se anotó un poroto grande como para repetir la distinción.
Puede recibirla ya este viernes, cuando Golden State vuelva a visitar a Cleveland, con la enorme tranquilidad de poder fallar y aun así poseer una ventaja grande en la serie. Desde las 21.30 de Buenos Aires (televisación de ESPN), Durant, Curry, Klay Thompson, Draymond Green uy compañía irán por el tercer trofeo Larry O'Brien para Warriors desde 2015, y el cuarto en la historia de la franquicia californiana, campeona en 1975.
Quedaron match-point en un partido cambiante, a veces muy desfavorable. El local estuvo 16-4 arriba; Golden State cerró 29-28 abajo el primer cuarto. Cavaliers se escapó a 50-37 en el segundo, pero volvió a la carga el visitante. Y en otro desenlace cerrado en el tanteador y abierto en suspenso, nuevamente tuvo más criterio Warriors, que encontró espacio para sus anunciador pero efectivísimos triples y defendió bien contra un adversario que lanzó forzado y mal.