La decisión que tomó Jorge Sampaoli tras el entrenamiento que la Selección argentina realizó este domingo por la mañana sorprendió a más de uno. A menos de dos semanas del debut en el Mundial de Rusia y con un equipo en el que todavía hay más dudas que certezas, el entrenador suspendió la próxima práctica y licenció a los jugadores hasta el lunes por la noche, con libertad para dormir fuera de la concentración si así lo desean.
Las críticas de los ofuscados de siempre, por supuesto, no se hicieron esperar, porque la costumbre en el fútbol argentino apunta en el sentido contrario: concentraciones con regimenes cuasi militares, dobles turnos y orden marcial. Sin embargo, el mundo en el que vive la enorme mayoría de los integrantes del plantel hace tiempo que el trabajo funciona de otra manera, con más libertades y la comprensión de que, detrás de los jugadores, hay personas que también necesitan despejar su cabeza. En esa filosofía se maneja el DT albiceleste.
La metodología de trabajo del entrenador argentino es similar a la que aplica Josep Guardiola: los entrenamientos son muy intensos y durante ese tiempo se exige al máximo a los futbolistas, pero una vez que terminó la actividad, el día es de cada uno. Por eso, las sesiones en doble turno serán contadas en la previa de la Copa del Mundo y en estos días, cada vez que terminó una práctica el plantel quedó liberado.
"Estos muchachos no se tomaron vacaciones y vinieron todos directamente a entrenarse al predio de Ezeiza con muchas ganas", remarcó Sampaoli tras el amistoso con Haití de la semana pasada. Tras el entrenamiento de este domingo en Barcelona, el técnico notó al plantel sobrecargado de trabajo y, por eso, decidió bajar las cargas. Porque el Mundial hay que afrontarlo con la idea de juego aceitada, pero también con la cabeza liberada. (Goal)