El 17 de abril de 1981 el estadio Presbítero Bartolomé Grella del Club Atlético Patronato de la Juventud Católica recibió una visita de lujo. El plantel de Boca Juniors llegó a la ciudad de Paraná para disputar un encuentro amistoso ante la Alianza Paranaense de Fútbol, y en el plantel del Xeneize se encontraba nada más ni nada menos que Diego Armando Maradona.
Conocido por aquel entonces como Pelusa, había arribado al club de La Ribera apenas dos meses antes de su paso por la capital entrerriana, proveniente de Argentino Juniors, y aun no había disputado ningún mundial ni se había coronado campeón en el país (lo sería ese mismo año del Torneo Metropolitano con la casaca de Boca) ya todos hablaban de él, después de haber levantado, como capitán de la Selección Argentina, el trofeo en la Copa del Mundo Sub 20 de Japón en 1979, y de su aparición en la máxima categoría del fútbol local, donde debutó apenas con 15 años vistiendo la casaca del Bicho de la La Paternal.
En el histórico encuentro disputado en la cancha del Patrón, Boca se impuso por 3 a 1 Gracias a los goles de Vicente en contra, Morete y el propio Diego, que de penal anotó el último tanto de su equipo, mientras que Ortega descontó para Alianza Paranaense de Fútbol.
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