Sergio Goycochea brindó una nota para Olé donde se refirió a la gran actuación del entrerriano Wilfredo Caballero en el amistoso frente a Italia, que le puede valer el pasaje a Rusia 2018. "Willy jugó como si tuviera 50 partidos en la Selección. Noté eso. A veces no tenés que sacar una pelota del ángulo para demostrarlo", señaló el Vasco, y agregó: "No es fácil debutar. Y a eso se sumó la exigencia que te demanda jugar en el arco de la Selección. Tampoco sabemos lo que habló Sampaoli con él: tal vez le dijo que ya estaba adentro del Mundial. Pero, al margen de eso, Wilfredo sabía que era una chance importante y que no iba a tener mucho más. Obviamente que el margen de error en esas situaciones se achica y aumenta la presión. Eso potencia la ansiedad de saber que te jugás algo personal".
-¿En qué notaste esa seguridad?
-Desde el primer minuto, en cómo dominaba la pelota y manejaba los ritmos del equipo. A veces, cuando te jugás tantas cosas, por más que la primera opción sea jugar por abajo o darle buen rumbo a la pelota, la pateás lejos. Sin embargo, él no lo hizo: esperó y agotó el último recurso para intentar jugar. Eso es tener personalidad.
-¿Fue una prueba de carácter?
-Sí. Como arquero te puede pasar que el equipo no juega un buen partido y vivís lo de Marchesín: hubo un segundo tiempo terrible contra Nigeria y la pagó él.
-¿Le pasaron factura a Marchesín, decís?
-No, no sé. Eso pasa por el técnico. Pero a veces tenés pocas oportunidades y, cuando te toca, ocurren esa clase de situaciones. Caballero en ese sentido tuvo un paquete ideal, porque Argentina además terminó ganando y él pudo demostrar con atajadas y con aspectos en los que se fija el técnico, como el de jugar con los pies.
-¿Se ganó la oportunidad de ser titular?
-No, eso corre por lo que quiere Sampaoli. Dependerá de él. Muchas veces se toman decisiones en base a detalles mínimos que uno desconoce. Por eso no me gusta opinar. Sí, en cambio, analizar a los que juegan. Como ocurrió en este caso con Caballero.
-Haber demostrado que entiende el estilo también le juega a favor, entonces.
-Se lo vio convencido. Los nervios y la presión muchas veces no te dejan hacerlo. A él se lo notó aplomado desde el primer minuto. Se ve que tiene mucho dominio y mucha tranquilidad para manejar la pelota. Más allá de esa jugada que le entregó a Biglia, que fue un error compartido porque el volante estaba de espaldas, jugó con mucha autoridad no sólo saliendo corto: también buscó jugar tanto con Bustos como con Tagliafico. Fue un buen examen.
<b>Fuente:</b> www.olé.com.ar