La violencia sigue marcando al fútbol argentino. Pero ya no sucede sólo en las tribunas, sino que cada vez se ve más, dentro del campo de juego. Esta vez, la imagen es escalofriante. Un árbitro asistente fue salvajemente agredido a los tres minutos de partido. Fue en el juego entre Correa y Barraca, por la segunda fecha de la Liga de Cañada Gómez (Santa Fe). La víctima, que fue trasladada al hospital, se llama Marcelo Pereyra. Y el agresor, que terminó detenido, es el arquero suplente del equipo visitante, de apellido Durán.
El escándalo comenzó después de que Muzzio, futbolista de Correa, abriera el marcador. Según los jugadores visitante, había sido con la mano. Pero el árbitro del partido, apoyado en su asistente, lo convalidó. Por el reclamo, Durán fue expulsado. Entonces el arquero se acercó a Pereyra y lo golpeó en reiteradas oportunidades.
El árbitro asistente cayó inconsciente al piso. Tuvo que ser asistido por los médicos del partido y fue trasladado directamente al hospital, aunque ya está fuera de peligro. Durán, por su parte, fue a prestar declaración en la Comisaría Quinta de la ciudad.
"La historia continuará en la semana: el árbitro González deberá presentar su informe de los hechos, registrados además por las cámaras de TV, y la Liga Cañadense dictaminará el futuro del partido y las sanciones pertinentes", informa el diario local El Faro de la Ciudad.
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