La pelea, programada a 12 asaltos, se celebró en el AT&T Stadium, de Arlington (Texas), el estadio de los Cowboys de Dallas, equipo que milita en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
Ante una buena entrada de 51.240 espectadores, pero muy lejos de los anunciados 70.000 como posibles por parte de los organizadores de la pelea, el espectáculo boxístico que dieron ambos púgiles fue muy pobre en cuanto a técnica y lo único que imperó fueron los golpes, que colocó con mayor poder el nuevo campeón, y la valentía del derrotado.
Canelo Álvarez, que salía 7,5 a 1 favorito en la pelea, colocó en el noveno asalto un potente gancho al hígado de Smith que se retorció de dolor sobre la lona del cuadrilátero, donde ya había caído anteriormente en el séptimo y octavo, respectivamente.
El poder de los golpes del nuevo campeón de 26 años fue el arma que le dio la victoria que lo deja con un historial de 48-1-1, 34 triunfos por la vía rápida, y se convierte en el primer púgil mexicano que consigue un título mundial en el peso mediano junior o súperwelter.
Cuando acabó la pelea las cartulinas de los jueces daban ganador a Canelo Álvarez en todos los asaltos menos en uno, el segundo, que lo ganó el púgil inglés, que mostró valentía, pero careció de poder en su golpes para hacerle daño al nuevo campeón mundial.
La derrota dejó a Smith con la primera derrota en su carrera profesional (23-1-1) y también nunca antes había caído a la lona como profesional.
El duelo entre Canelo Álvarez y Smith se dio ante la negativa del púgil mexicano de enfrentarse al campeón invicto kazako en el peso mediano Gennady Golovkin, que tiene marca de 36-0 y 33 triunfos por la vía del KO.
La pelea entre ambos era la que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) exigía a Canelo Álvarez, pero no quiso aceptarla y decidió renunciar al título.