Al parecer, ninguno de los bandos de los directivos que pujan por el poder de la AFA sintió consternación por lo sucedido el domingo, a raíz de la muerte de Micael Favre, un jugador de Recreativo San Jorge, en pleno partido de la Liga de Entre Ríos ante Defensores de Colón. Esto se desprende de las declaraciones de Edgardo Orcellet, el presidente del equipo que sufrió la irreparable pérdida.
El máximo dirigente del club expresó su dolor por lo acontecido el fin de semana y, consultado sobre la presencia de la Casa Madre del fútbol nacional detrás de un suceso de estas características, fue muy claro con su discurso. "Nadie se comunicó con nosotros. Lo hicieron a nivel provincia, pero no de la AFA. Lo único que sabemos es que emitieron un comunicado mandando sus condolencias", relató con cierta indignación.
El pope del club contó que "nunca imaginamos este desenlace" e incluso cómo vivió la jugada fatal, en la que Favre fue agredido primero con un rodillazo y posteriormente con un manotazo. "Yo estaba cerca, a unos 15 metros. Nunca tomamos dimensión del golpe. Incluso habíamos interpretado que simulaba para sacar una ventaja deportiva y que expulsen al adversario, no nos pareció exageradamente fuerte", dijo.
"Inmediatamente convulsiona, el médico del plantel estaba ahí y lo auxilió. Le hizo las primeras atenciones en el campo y no lo pudo reanimar. Pasaron 2 ó 3 minutos y lo llevaron al hospital de la ciudad y si bien se le hicieron los ejercicios correspondientes, lamentablemente fue imposible revertir la situación", describió los pasos siguientes, que justamente coinciden con los de la doctora que lo recibió en el nosocomio.
En tanto, para finalizar, Orcellet aseguró que todavía no conocieron los resultados oficiales de la autopsia mientras crecen los rumores de un problema cardíaco previo que pudo haber originado la tragedia. "No nos podemos guiar por lo que se habla. El informe tarda unos días. Seremos los primeros en enterarnos junto a la familia cuando esté", cerró.