Fuente: DEPORTV
En el fútbol argentino se puede decir que muchos arqueros marcaron una era por diferentes razones: Amadeo Carrizo, Antonio Roma, Ubaldo Matildo Fillol, Hugo Orlando Gatti y -por qué no- Sergio Goycochea. De ése mismo modo (como todo un hito) ha cerrado su carrera como profesional Rogerio Ceni en Brasil, dejando la actividad a los 42 años.
El inoxidable arquero del San Pablo tuvo una carrera estupenda, con muchos más momentos felices que algún que otro tropiezo. En total cosechó 26 títulos, entre los que sobresalen el Mundial de Corea-Japón 2002 con la selección de su país, como así también tres Copa Libertadores, dos Intercontinentales y un Mundial de Clubes, todos con el elenco paulista con el que hizo el 95% de su carrera, ya que sus inicios fueron en el Sinop FC, equipo del estado del Mato Grosso.
Otro dato sumamente increíble es la cantidad de goles convertidos, algo que es récord absoluto a nivel mundial para un arquero. Fueron 131 conversiones en 1237 encuentros, es decir un gol cada nueve partidos y medio, que para un guardameta es una proporción impresionante. Dejó muy por detrás al paraguayo José Luis Félix Chilavert (67 tantos), siendo ellos dos los más artilleros de toda la historia del fútbol con los guantes puestos.
El desglose de sus festejos hablan de 61 tiros libres, otros 69 de penal y uno solo con pelota en movimiento. Una leyenda que se va del fútbol con todos los honores y muchas condecoraciones, marcando una era y siendo un verdadero exponente para todos los que vendrán. Rogerio Ceni, mucho más que un guardavalla.