En respuesta a una pregunta de Gerardo Rozín, la vedette aseguró: "Me regalaron un auto. Lo material me puede seducir, pero no me enamora. Nunca tocaría a una persona por lo material. Me enamora que me sorprendan".
Ante la repregunta, Xipolitakis se explayó: "Era una persona que yo quería mucho de verdad, era mi amigo. Me empezó a conocer, compartimos muchos momentos juntos y se terminó enamorando. Amigo con cero derechos, nunca me tocó un pelo".
Lo llamativo fue cuando la vedette explicó cómo (ella cree que) consiguió ese tremendo obsequio: "Yo siempre dije que si tenía un auto, iba a ser un Audi. Lo tenía en mi mente, no sé por qué. Mi mente es muy poderosa, muy fuerte y cuando se me mete algo en la cabeza, hasta que no se cumpla, no paro. Cuando no se da, creo que es porque la persona se cansó y dejó de luchar, uno se lo tiene que proponer y todo se consigue. Mi mente de verdad tiene mucha fuerza, por eso a veces me da miedo pensar. Por eso no pienso, ja, ja. Ahí está el secreto".
Pero todo no fue tan sencillo, sino que un segundo caballero involucrado en la historia intervino, hasta que todo marchó sobre ruedas.
"Otra persona se enamoró, vino y me dijo que me iba a dar un auto y le dije que veíamos la manera, si por canje o algo. La cosa es que ese chico no tenía nada que ver con la automotriz, quería algo a cambio. Se lo comenté a mi amigo y él dijo que nadie me iba a regalar nada, que si me regalaban algo iba a ser él. Al día siguiente fuimos a la concesionaria y me lo regaló. Nunca me tocó un pelo, después se terminó yendo y cansando, porque dijo que nunca recibió nada y dio mucho. El auto está a mi nombre. Hace poquito le pregunté si quiere el auto, capaz él estaba caliente en ese momento y era toda su plata, no sé. Pero no me contestó, así que ahora el auto está en el taller", afirmó.