Modelo, empresaria, esposa del empresario Matías Garfunkel, madre dos hijos, Victoria Vannucci tiene una personalidad multifacética que hace que cada vez que aparezca en los medios todos hablen de ella. Pero esta vez la cuestión es diferente ya que contó en Paparazzi sobre la lucha que le significó ser madre.
"Tengo trombofilia. Cada vez que quedaba embarazada, los bebés no terminaban el ciclo natural porque no les llegaba bien todo lo que tenía que llegarles. Pasé tantas veces por el quirófano hasta que pudimos darnos cuenta, de una manera muy dolorosa, de cuál era el problema que tenía. La trombofilia no es algo sencillo que lo detectás fácilmente. Son exámenes complicados", confesó.
"No tengo las trompas de Falopio, me las sacaron en una de las operaciones. Quedar embarazada sería un riesgo para el bebé y para mí. Tengo que ponerme inyecciones de Clexane a diario", dijo y agregó: "La verdad es que me encantaría volver a ser madre. Tengo una indicación médica de no volver a intentarlo, por mi salud. Me costó muchísimo tener a mis dos hijos. Ser mamá fue una lucha impresionante".
Hoy disfruta mucho de Indiana, de cuatro años, y Napoleón, de uno. "Soy muy apegada a ellos, Los soñé y busqué tanto que los disfruto al máximo. El día de mañana no quiero sentir que me perdí determinados momentos, como hacerles la comida, la torda de cumpleaños. Los nenes se me alejan un minuto y me pongo mal porque quiero estar todo el tiempo con ellos".
"No busco la perfección en mis hijos. Les pongo límites con amor. No, gritando no. Mucho menos con violencia o poniéndoles tensión a las cosas. ¡No tolero la violencia! Mis límites son hablados, jugando y enseñando", concluyó.