Un hombre de 42 años fue detenido ayer por la tarde en el barrio Quijano de Gualeguaychú luego de protagonizar hechos de violencia contra miembros de su familia y la Policía, a los que amenazaba con golpearlos con una cadena y palo.
Al parecer, serían reiterados los episodios violentos que este hombre realizaba contra su esposa, desde hace muchos años. Hay testigos que aseguran esto, pero que nunca se animaron a denunciarlo por miedo a represalias porque se trata de una persona muy violenta.
Alrededor de las 15, un vecino se comunicó con la Policía para informar lo que estaba ocurriendo en una precaria vivienda ubicada frente a la plaza. Cuando la policía llegó, encontró a este hombre totalmente fuera de si, que amenazaba a todos con golpearlos con un palo y una cadena.
Cuando uno de sus ocho hijos, todos mayores de edad, intentó defender a su madre, el hombre arremetió contra el joven. Fue en ese momento en que la Policía logró reducirlo, pero cuando fue trasladado hacia el móvil policial, comenzó a golpearse contra el rodado totalmente fuera de sí.
Esto fue corroborado por los testigos, a los que no les sorprendió esta actitud. Fue llevado hasta la Jefatura Departamental, donde nuevamente protagonizó hechos violentos.
La fiscal Natalia Bartolo decidió que en Jefatura Departamental y dispuso su traslado al Hospital Centenario, aunque el mandamiento fue retrasado por un tiempo porque en el nosocomio no querían recibirlo. Finalmente, el detenido fue llevado a Sala 6 de Salud Mental, donde quedó alojado acusado de violencia de género, resistencia y amenazas contra el personal policial.
Tras su internación se intentó realizar una extracción de sangre, pero el hombre volvió a arremeter contra sus cuidadores y rompió parte de la habitación, confió la fiscal Bartola, e indicó que para tranquilizarlo debieron sedarlo.
Recién hoy el médico Mauricio Godoy lo examinará para determinar si está en condiciones de declarar. Tras esto, es factible que se soliciten medidas de seguridad para este hombre, al cual se lo considera peligroso para terceros y para sí mismo. (El Día)