Ángela Olivera fue dada de alta ayer por la mañana luego de permanecer poco más de 72 horas internada en la Sala 2 del Hospital Centenario, recuperándose de los golpes que le propinó una mujer que ingresó el jueves por la tarde a su domicilio y se llevó una bolsa con ropa y 30 pesos.
La víctima fue encerrada en el baño y, luego que la agresora abandonó la casa, comenzó a pedir auxilio. Un niño que pasó por la puerta del domicilio escuchó los gritos de la anciana y enseguida le contó a un mayor. Entre varios derribaron la puerta de entrada y encontraron a la mujer con golpes en su rostro y otras partes del cuerpo.
Olivera es una mujer muy querida entre los vecinos, que sabían de las condiciones humildes en las que vivía, pero "por decisión de ella", relató a <i>ElDía</i> José De La Cruz, uno de sus hijos, que contó que la mujer siempre prefirió vivir sola en esa casa en vez de estar acompañada y resguardada en la casa de algún familiar directo.
El hombre había tomado conocimiento de una campaña solidaria que se estaba haciendo a través de Facebook y entonces solicitó que no se realice ninguna colecta o donación para Olivera porque luego de abandonar el Hospital vivirá con uno de sus hijos y "no le va a faltar nada".
A Olivera le practicaron diferentes estudios durante su estadía en el Hospital, pero fue por un golpe en el pecho que los médicos prefirieron mantenerla en observación y esperar por su evolución. Por esto le realizaron radiografías y fue recién ayer que decidieron enviarla a su casa, para que quede bajo el cuidado de familiares.