Estos días se celebra en Bruselas la segunda cumbre Celac-Unión Europea, cuyo objetivo es alcanzar una colaboración comercial, social y ambiental más amplia entre las dos regiones. El presidente de Ecuador y presidente pro témpore de Celac, Rafael Correa, da una importancia particular al evento.
"Siempre estos encuentros entre bloques son productivos. El mundo del futuro será un mundo de bloques, por eso América Latina tiene la obligación de consolidarse como bloque", destacó ante <i>RT </i> el mandatario ecuatoriano.
En cuanto al peso y perspectivas políticas de Latinoamérica en el mundo, Correa destacó que en la década de los 90 la región sufría una grave crisis no solo económica y social, sino también de "liderazgo e ideas". "En los 90 no hubo nada. Adoptamos pasivamente, irreflexivamente e irracionalmente todo lo que nos imponían desde el Norte, el consenso de Washington", admitió.
Desde su punto de vista, la situación está hoy cambiando: "América Latina ha recuperado su autoestima, la confianza en sí misma. Tiene presencia en el mundo, pensamiento propio. Hoy América Latina habla con la frente en alto. Otras regiones la miran. Falta mucho por hacer, podemos perder muchísimo, pero jamás regresaremos a ese mismo pasado".
Al comentar la situación geopolítica general de la actualidad, Correa resaltó que detrás de todo siempre está el poder financiero: "El mayor imperio que existe en el mundo actualmente es el imperio del capital". Desde su punto de vista, es el capital el que domina la política en todas las regiones del mundo, UE, EE.UU. y América Latina incluidos.
"En el imperio del capital, el gran desafío de la sociedad del siglo XXI es recuperar la supremacía del ser humano sobre el capital y de las sociedades sobre los mercados", manifestó.
En relación al continente latinoamericano, Correa reconoció que hoy "es más vulnerable" que en la época en la que Hugo Chávez presidía Venezuela.
"El capital se ha recuperado del aturdimiento en que lo dejó la debacle del neoliberalismo y las contundentes y reiteradas victorias de gobiernos progresistas que llegaron al poder a lo largo y ancho de la región, como Chávez, Lula, Michelle Bachelet, Tabaré Vázquez y luego Pepe Mujica, Evo Morales, etc. Hoy están articulados con estrategia, financiados, insuflados de nuevo de su agresividad, prepotencia, arrogancia. Enfrentamos a un adversario mucho más consolidado, mucho más fortalecido, porque tiene recursos ilimitados, tiene el poder mediático", explicó.
Correa puntualizó que ello está pasando también en Ecuador. El mandatario relacionó "las violentas manifestaciones por parte de la extrema derecha unida con la izquierda infantil y los medios de comunicación" con el descontento al impuesto a las grandes herencias que acaba de introducir. No se confisca nada, pero uno que recibe mucho ha de pagar más, enfatizó.
Correa hizo hincapié en que numerosos países latinoamericanos sufren intentos de "golpes de estado blandos". "Es calentar las calles, crear malestar, movilización permanente, violencia, crear temor en la gente, cansar a la gente, deslegitimar al gobierno", precisó. "No dan el golpe de estado no porque no quieran, es porque no pueden porque tenemos un inmenso apoyo popular. Pero en cualquier momento puede ocurrir", alertó.