No es el guión de alguna película, fue un hecho verídico que golpeó duro en Uruguay. Sin embargo, pareciera tener final feliz, algo que celebra todo el mundo del fútbol. ¿De qué se está hablando? De lo acontecido con Marcelo Tabárez, futbolista de Danubio de Uruguay.
El volante fue una de las piezas clave de su equipo en la victoria por 3 a 2 ante Peñarol, tras haber marcado uno de los tantos. Sin embargo, los resultados del control antidopaje posterior al partido ante San Pablo, por la Copa Libertadores de América, arrojaron exceso de somatoprofina (hormona de crecimiento).
Como el jefe médico de la entidad afirmó no haberle suministrado ninguna sustancia y el propio futbolista negó haber tomado algo indebido, ayer ffue sometido a una serie de estudios, donde le detectaron que poseía un tumor maligno en un testículo.
Tabárez, esa misma noche, decidió operarse. Por suerte, como indica el comunicado que emitió Danubio, todo salió bien y ahora comenzará con la recuperación para volver cuanto antes a las canchas.