Habrá que aguardar por la injerencia que tuvo la altura en los futbolistas de River. Luego de la ardua preparación para enfrentar esas adversidades geográficas, el plantel retornó con las manos vacías de Bolivia, donde cayó en los minutos finales ante San José, producto de la floja respuesta de Marcelo Barovero.
Ese partido debe quedar rápidamente en el pasado, porque en menos de 72 horas el Millonario tendrá que jugar el encuentro correspondiente a la segunda fecha del torneo frente a Quilmes, el domingo desde las 18.15 en el Monumental. Con ese objetivo ya calibrado en la mira de Marcelo Gallardo, el plantel no tuvo ni un segundo para relajarse, ya que apenas arribó de Bolivia partió al estadio para comenzar el entrenamiento vespertino.
Teniendo en cuenta esta situación y la apretada agenda, el Muñeco tiene sólo cinco certezas para la formación que irá en búsqueda de los tres puntos el fin de semana. Teófilo Gutiérrez, Leonel Vangioni, Ariel Rojas y Matías Kranevitter seguramente serán de la partida teniendo en cuenta que el DT decidió dejarlos trabajando en Buenos Aires pensando en este duelo. A ellos se les suma la presencia de Ramiro Funes Mori, suspendido por Copa.
Pero por otro lado, para comenzar a delinear la formación final, el técnico deberá esperar por la evolución de Germán Pezzella, quien sufrió un duro traumatismo en la cadera que lo obligó a abandonar de manera prematura el campo de juego en Oruro. En principio, se especula con que llegará sin contratiempos ya que es sólo un golpe. También habrá que estar alerta por la situación de Leonardo Ponzio, quien a pesar de terminar el encuentro, mostró síntomas de dolor durante buena parte del mismo.
