Esta vez no pudo ser. Tras el empate histórico ante Dinamarca, la Argentina estuvo cerca de dar otro golpe en el Mundial de handball de Qatar, pero cayó por la mínima ante Polonia. Fue 24 a 23 para los europeos, favoritos en la previa. De buen primer tiempo (parcial 12-11 para la selección), los Gladiadores no pudieron sostener los embates de la segunda mitad, contra un equipo con mayor altura y roce físico.
Después de las buenas actuaciones ante Dinamarca y Polonia, el mensaje es positivo para lo que le resta disputar al equipo nacional en el Grupo D. El martes, ante Arabia Saudita, el conjunto dirigido por Eduardo Dady Gallardo deberá ganar para mantener vivas las chances de avanzar a segunda rueda. De vencer a los asiáticos, la Argentina necesitaría de un triunfo ante Rusia o Alemania.
El alto nivel de Sebastián Simonet y los buenos rendimientos de Matías Schulz, Federico Fernández y Federico Pizarro dan muestras de un equipo que logra pararse de igual a igual con las potencias e ilusiona con hacer historia en Qatar.