Se vienen retos y desafíos más grandes para Racing, que sueña a lo grande después de haber dado la vuelta en el Torneo de Transición y pretende tener eco a nivel internacional. Disputará la Libertadores después de 11 años y no puede darse el lujo de quedar afuera en primera fase, teniendo en cuenta que es el campeón argentino vigente y tiene más historia que sus rivales del Grupo 8: Sporting Cristal de Perú, Guaraní de Paraguay y el ganador de la llave entre el Táchira venezolano y Cerro Porteño.
El entrerriano Gustavo Bou, el tapado de Diego Cocca en el certamen pasado, también tiene metas personales importantes y la difícil tarea de revalidar lo hecho hasta acá. "Pasé las vacaciones como me lo imaginé después de ser campeón, la gente me transmitió alegría y felicidad. Los hinchas están contentos conmigo y yo con ellos, me reciben bien en todos lados", valoró el delantero que viene de convertir 10 goles y redobla la apuesta para este 2015, en el que aseguró que seguirá ligado a la Academia.
"Trato de laburar para mantener lo que hice en el torneo anterior, no pienso en el futuro, solamente en la pretemporada y en ponerme bien físicamente", explicó el delantero que formó una dupla ofensiva letal con Diego Milito y seguramente tendrá injerencia mayor en los logros del conjunto de Avellaneda este año. Tendrá competencia con Brian Fernández, quien arribó de Defensa y Justicia.
La Copa es la obsesión del Pueblo Racinguista, que pretende otra vez ser protagonista: "Podemos pelear la Libertadores, estoy contento de estar en este plantel. Se pudo dejar un 90 por ciento de la base y eso nos hace bien a nosotros, veo bien al grupo". Por último, bromeó por los duros triples turnos de trabajo del preparador físico pero avisó: "Vine con ganas y buena energía de mi pueblo".