Después de sorprender ayer a Puerto Rico, Senegal confirmó su condición de sensación de la primera fase de la Copa del Mundo con un triunfo frente a Croacia construido sobre el talento de su pívot Gorgui Dieng y que deja a los africanos al borde de la clasificación para los octavos de final.
Croacia pareció no haber aprendido la lección de su debut, cuando Filipinas la llevó hasta la prórroga, y jugó la primera mitad a un ritmo cansino, sin emplearse en defensa y con solamente un hombre aplicado en ataque, el ala-pívot Dario Saric, sin cuyos diez puntos su equipo habría llegado sin vida al descanso.
Los senegaleses, de manos veloces para entorpecer las líneas de pase del rival, se encomendaron a su estrella, Gorgui Dieng, que reinó debajo de ambos tableros y completó una primera mitad impecable, con 16 puntos y 7 rebotes.
La ventaja de nueve puntos (32-41) que los africanos tenían al descanso no eran sino una consecuencia lógica del interés puesto por cada uno de los contendientes.
Repesa ordenó en el descanso apretar las tuercas de la defensa individual y los croatas, espoleados por la presión asfixiante de Lafayette al base rival, fueron limando su desventaja con mucho sudor a medida que transcurrían los minutos, si bien Dalmeida mantenía el pulso anotador de los africanos.
La lenta remontada croata pudo culminar dentro del último minuto, cuando Bogdanovic y Rudez desperdiciaron sendos triples para empatar pero a falta de 20 segundos, Senegal todavía conservaba un punto de renta y tenía la posesión, que rentabilizó gracias a los tiros de Dalmeida y Maleye N'Doye con los que consumó su gran triunfo.
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