Con toda la bronca a cuestas por la derrota de Argentina en el alargue a manos de Alemania, Lionel Messi tuvo un reconocimiento que hubiese preferido no tener: le entregaron el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial.
Messi, que protagonizó una final muy floja, con apenas unos pocos destellos de su juego vertiginoso, le ganó la contienda sus compatriotas Angel Di María y Javier Mascherano, a los alemanes Mats Hummels, Toni Kroos, Philipp Lahm y Thomas Müller, al colombiano James Rodríguez y al holandés Arjen Robben.
Tendrá que esperar Leo hasta Rusia 2018, con 31 años, la posibilidad de alzar la Copa del Mundo, el único trofeo que le falta para sus vitrinas.
Por su parte, el alemán Manuel Neuer se hizo acreedor del Guante de Oro, reservado para el mejor arquero. El guardavallas del Bayern Munich superó al argentino Sergio Romero y al costarricense Keylor Navas, los otros que competían por el galardón.
El Botín de Oro, en tanto, quedó en poder del colombiano James Rodríguez, autor de seis tantos a lo largo de la competencia. Por su parte, el francés Paul Pogba fue seleccionado como el mejor jugador joven y el premio al Fair Play quedó en manos de la Colombia de José Pekerman.