Un estudio internacional publicado en la revista Anaesthesia que evaluó a 140.231 pacientes de 116 países sometidos a cirugía electiva o de emergencia durante octubre de 2020 sugirió que hay que esperar siete semanas para someterse a una intervención quirúrgica después de ser diagnosticado con coronavirus, informaron fuentes del Hospital Austral.
En el estudio, del que participaron médicos de ese centro asistencial, se destaca que “los pacientes operados dentro de las 6 semanas posteriores al diagnóstico de Covid-19 tenían un mayor riesgo de mortalidad posoperatoria a los 30 días y complicaciones pulmonares posoperatorias a los 30 días”.
Y que los datos de mortalidad y riesgos de complicación pulmonar en pacientes operados a partir de las 7 semanas posinfección por Covid-19 se equipararon a aquellos sin coronavirus.
Carina Chwat, médica del Austral especialista en Coloproctología y que participó del estudio, explicó que “antes de esta investigación teníamos datos que utilizábamos de otros estudios pre pandemia, por ejemplo, saber que pacientes con problemas respiratorios tenían mayor comorbilidad".
"Pero no había un estudio realizado durante la pandemia, con casos Covid-19 positivo y gran cantidad de pacientes”, detalló.
Y agregó: “Este estudio abarca muchos países y especialidades que incluyen distintos tipos de cirugías (mamaría, cardíaca, cabeza y cuello, plástica, entre otras) que permite definir de forma segura cuánto tiempo hay que esperar para la cirugía de un paciente con síntomas de coronavirus".
Entre los resultados, se destaca que “en los pacientes con un diagnóstico preoperatorio de coronavirus, la mortalidad aumentó en los pacientes que se sometieron a cirugía dentro de 0 a 2 semanas, 3 a 4 semanas y 5 a 6 semanas después del diagnóstico respectivamente”.
Además, “si pasadas las 7 semanas de la infección, persisten los síntomas, se recomienda retrasar aún más la cirugía (hasta la resolución de los síntomas) debido a que estos pacientes presentan más riesgo que aquellos asintomáticos”, destacó Chwat.
La especialista aseguró que “luego, en la práctica, cada institución y profesional deberá evaluar cuál es la mejor acción a tomar para el paciente y determinar si los beneficios de demorar el procedimiento quirúrgico superan los riesgos de hacerlo, pero este estudio permite contar con datos estadísticos muy importantes”. (Télam)