"En este momento tenemos cuatro pacientes internados en terapia y 35 en sala común, pero en la red pediátrica de la Ciudad de Buenos Aires, que incluye a los tres hospitales de niños -Garrahan, Gutiérrez y Elizalde- el aumento de casos en la población de chicos previamente sanos es muy importante, sobre todo a partir de febrero, que coincide con la apertura a la presencialidad escolar en la población de menores”, dijo Trotta en declaraciones a Télam Radio.
“La situación está muy complicada. El sistema está muy tensionado y los trabajadores de la salud están sufriendo una situación de mucho requerimiento que genera una situación de colapso en el sistema en su conjunto”, alertó.
Trotta explicó que “colapso significa que hay más requerimiento de atención que la capacidad, que la posibilidad de darlo. Ahí es donde se produce el colapso del sistema. Cuando hablamos de un sistema estresado o tensionado, decimos que el sistema está con una muy pequeña capacidad de respuesta. Ahora, cuando hablamos de un sistema colapsado decimos que ya la capacidad de respuesta casi no está”.
Al respecto, precisó que esta situación “no tiene solamente que ver con uno de los indicadores, que es la cantidad de camas disponibles, el que se usa habitualmente, sino que también hay que pensar en los recursos humanos que están agotados, que están trabajando a destajo".
"También hay que pensar en la falta de los insumos”, precisó.
Estuvo faltando “la medicación sedante para aquellas personas que requieren intubación”, dijo y acotó que “hubo algún cuello de botella con la provisión de oxígeno y la distribución de respiradores estuvo complicada”.
El pediatra alertó sobre la inconveniencia de politizar la pandemia y tomar “decisiones políticas en clave electoral”, y mencionó “la decisión de las autoridades porteñas de continuar con la presencialidad escolar sin evaluar, los riesgos que eso conlleva”.
“Porque no solamente hay que evaluar el tema del aula o la burbuja, sino toda la dinámica que envuelve a la presencialidad, que significa el traslado de los chicos hasta el colegio, el encuentro de los chicos con sus docentes, con otros compañeros de clase o las familias que se encuentran en la puerta del establecimiento cuando entregan a los chicos. Hay un montón de situaciones que aumentan el contacto interpersonal y allí aumenta la circulación viral”, concluyó Trotta.