Cómo se comporta el Covid-19 en un organismo y qué consecuencias físicas deja a su paso, implica un enorme aprendizaje para la ciencia y la medicina. A siete meses de que la pandemia hizo pie en la Argentina, y mientras Rosario transita un momento de alta circulación del virus con más de mil casos diarios, los especialistas locales se están encontrando todos los días cara a cara con la enfermedad y por lo tanto, conociéndola más a fondo. La mira está puesta en el abordaje inmediato pero también en lo que ocurre después. Un consultorio multidisciplinario que funciona en el Cemar, en el ámbito de la salud pública, recibe a personas que tuvieron coronavirus para ser evaluados desde el punto de vista de las posibles secuelas.
El equipo médico a cargo se está encontrando con personas de mediana edad, incluso algunos jóvenes, a quienes la enfermedad les dejó consecuencias físicas. Algunos ni siquiera tuvieron síntomas relevantes durante el proceso de la patología, sin embargo muestran lesiones pulmonares, problemas en la sangre y otros efectos orgánicos (la mayoría de estos efectos ya descriptos en publicaciones internacionales).
Los profesionales están atendiendo a unas 10 personas por semana, derivadas por las ART (ya que en muchos casos se trata de individuos que no pudieron retomar sus tareas por sentirse mal aún cuando el período de aislamiento había terminado) o desde los distintos centros de atención primaria que conforman la red de salud pública local. El consultorio no está abierto al público general, por ahora.
El infectólogo Marcelo Leguizamón, que pertenece a este grupo de profesionales integrado también por las cardiólogas Cecilia Armando e Iris Trivi y el hematólogo Fernando Rosso, bajo la dirección de Juan Moro y Mónica Gómez (directivos del Cemar), habló con La Capital sobre el panorama con el que se están encontrando en Rosario al atender a pacientes que ya tuvieron Covid-19. Y mencionó que no es menor el número de casos en los que el virus deja marcas importantes en quienes lo tuvieron.
"Sabemos que de los afectados, del 10 al 20% puede evolucionar a formas prolongadas de la enfermedad. Existe lo que llamamos un Covid postagudo que se da en aquellos que siguen con síntomas tres semanas después de haberse contagiado. Y el Covid crónico que se presenta en personas en las que el malestar persiste hasta tres meses después. Del primer grupo, "ya hemos visto unos cuántos pacientes en nuestro centro", comentó Leguizamón.
<b>Dificultades tras el alta</b>
La conformación de este equipo de trabajo multidisciplinario surgió porque a muchas personas se les daba el alta por haber cumplido con las dos semanas de aislamiento obligatorio, y al intentar retomar sus tareas habituales se sentían con mucho cansancio o ciertas dificultades respiratorias. "Comenzamos viendo a colegas, gente joven que se había infectado pero que no lograban sentirse del todo bien después de semanas de haberse contagiado. Decidimos evaluar qué podía estar pasando, siempre de acuerdo con las evidencias que van surgiendo en otros lugares del mundo y que demuestran lo que nosotros mismos ya estamos observando: que el Covid-19 no se parece a la influenza sino que tiene características propias y compromisos sorprendentes", comentó el infectólogo.
<b>Cuerpo a cuerpo</b>
"Este virus afecta a muchos órganos. Hay que pensar que le genera un gran estrés al sistema inmune ya que son 100 mil virus atacando por día a 100 mil células defensivas. Una persona joven en buen estado de salud quizá ni lo nota, pero los de mayor edad o con comorbilidades son los más afectados".
Sin embargo, mencionó que "en gente con un sistema inmune aparentemente sano puede despertar cuadros inmunológicos que desconocían y llevarlos a trastornos graves e incluso a la muerte".
"Estamos viendo complicaciones en personas de 20, 30, 40 años. Una de las explicaciones es que el sistema inmune necesita interferón y hay jóvenes que tienen un déficit de interferón pero lo desconocen (se estima que el 15% de la población tiene carencias en ese sentido). Son aquellos a los que la enfermedad les pega mal, como se dice popularmente". "Por eso no es recomendable para nada pensar: si me enfermo mejor y ya está, porque nadie puede saber cómo va a atravesar esto, aunque la mayoría salga airoso de la enfermedad", destacó el especialista.
<b>Casos llamativos</b>
El primer caso de alguien joven que falleció por Covid-19 y que llamó la atención en el mundo entero fue el del médico chino que había denunciado los primeros casos del nuevo coronavirus. Una persona activa, sin comorbilidades, de 31 años, que tuvo una forma grave de la patología y murió. Este profesional había estado en contacto directo con muchos pacientes con Covid.
En Rosario, contó Leguizamón, "atendimos a un chico de 30 años al que le habían dado el alta pero seguía sintiéndose mal. Se le hicieron estudios y se le detectó que había tenido una neumonía de la que ni siquiera se había dado cuenta. Sigue en tratamiento con corticoides inhalatorios".
Las complicaciones pulmonares post Covid ya no son extrañas para los médicos. "Por eso tanto a quienes estuvieron internados como a aquellos que no terminan de recuperarse del todo les recomendamos estudios específicos para detectar posibles lesiones, como la fibrosis pulmonar", señaló el especialista e indicó que lo ideal sería que toda persona que fue diagnosticada con Covid-19 se realice chequeos médicos al mes.
"Estamos en alerta porque conocemos la afectación multiorgánica que la enfermedad puede generar: se han descripto secuelas cardíacas, pulmonares y hasta hematológicas", dijo el infectólogo.
Otro caso que mencionó es el de una persona de Rosario, de 40 años, que "una vez que lo estudiamos detectamos algunos valores elevadísimos de dímero D con lo que tenía una coagulopatía y ni lo había registrado. Es un muchacho maratonista, sin problemas de salud previos".
También hizo referencia a una paciente de 31 años a la que días después de atravesar la infección por coronavirus se le hincharon las manos como dos globos. "Fue algo curioso y también detectamos problemas de coagulación y dermatológicos. Sigue en tratamiento", señaló el médico.
Otro grupo al que se le está prestando más atención y también hacen seguimiento en este consultorio del Cemar es a las embarazadas. "A mis pacientes, por ejemplo, incluso a los asintomáticos, al quinto o sexto día de la enfermedad yo les pido un laboratorio, porque voy controlando su sistema inmune. De esta manera puedo hacer un seguimiento más objetivo, no a ciegas", destacó el profesional.
Pero no se trata de medidas que los médicos estén tomando en forma rutinaria con todos los pacientes. Estos casos mencionados, dijo el infectólogo, "no son para asustar a las personas, pero la realidad es que los estamos viendo", y agregó: "Es bastante habitual que quien tuvo Covid refiera que se siente muy cansado, que no respira como antes. Es importante detectar esto a tiempo y hacer las derivaciones correspondientes a un neumonólogo, que podría incluso recomendar terapia kinesiológica o algún tratamiento específico respiratoria si el paciente lo requiere".
<b>Mensajes</b>
El médico confirmó lo que ven en la práctica de consultorio y que avalan las estadísticas: son cada vez más los jóvenes que se contagian, es el grupo que más crece en cantidad y paralelamente se van viendo más casos complicados en edades tempranas.
"Los chicos y chicas tienen que recibir claro el mensaje: no sólo pueden afectar a alguien vulnerable sino que ellos mismos pueden tener secuelas". Leguizamón recordó las herramientas de protección con las que se cuenta: distanciamiento social, uso de barbijo, lavado frecuente de manos y airear los ambientes. "El 100% de seguridad no existe, pero no es verdad que no hay nada para hacer. Hay evidencia científica de que la utilización de estos recursos minimiza, y mucho, la chance de contagio". "La idea es que todos nos consideremos un asintomático positivo y de esa manera es más sencillo detenernos en cada una de las conductas que tenemos a diario", enfatizó el médico. (La Capital)