El último informe del Proyecto PAIS, el consorcio científico que viene haciendo uno de los monitoreos de mutaciones y nuevas variantes del coronavirus en Argentina (también el ANLIS-Malbrán hace vigilancia genómica) arrojó lo que era un secreto a voces entre los infectólogos: que hay circulación local de la variante de Manaos. Pero además iluminó otro dato: la presencia de la variante de California.
Así, estas dos variantes se suman a las ya detectadas de Río de Janeiro y de Reino Unido. Y la buena noticia es que, al menos hasta hoy, sigue sin haber presencia de la variante de Sudáfrica, una que preocupa mucho porque se probó que afecta la eficacia de las vacunas. ¿Qué se sabe hasta ahora de cada una de estas variantes? ¿Cuál es la más peligrosa?
El virus se replica
Las mutaciones en los virus son algo frecuente. De hecho, como explicó recientemente a Clarín Claudia Perandones, la directora científica del ANLIS-Malbrán, la tasa de mutación del virus de la gripe es entre 15 y 20 veces más alta que la del SARS-CoV-2. Las mutaciones se producen cuando el virus se replica. En esa copia que hace, se producen errores. El Covid-19 tiene un mecanismo que “detecta” esos errores, con lo cual muta mucho menos que el de la influenza. Pero de todas maneras, se producen.
Estas mutaciones de todos los virus pueden generar muchos efectos. Que el virus sea más leve, que desaparezca o, como está pasando con las variantes mencionadas más arriba, que sea más “eficiente”. La eficiencia, claro, se mide en términos del propio virus: que infecte más, que provoque más complicaciones, que le pueda hacer trampa a las vacunas y a los tratamientos.
Mayor impacto
Teniendo en cuenta todas estas cuestiones, los expertos dividen a las variantes en dos grupos. Por un lado, las variantes de interés (VOI, por las siglas en inglés), que generan efectos a las que prestarle atención. Y por otro lado, las variantes de preocupación (VOC), en las que esos efectos tienen un impacto más importante.
Para la Organización Mundial de la Salud, son VOC las variantes de Sudáfrica, Manaos y Reino Unido. Las de Río de Janeiro y California, en tanto, son consideradas VOI, aunque esta última sí fue calificada como VOC por las autoridades sanitarias de Estados Unidos.
Varios hombres cargan cilindros de oxígeno en un hospital en Brasil. (Foto: EFE).
La variante de Manaos
La variante 501Y.V3 se detectó en el Amazonas y desde allí se derramó a las ciudades cosmopolitas de Brasil hasta poner en jaque al país entero. Y fue determinante para que el Gobierno argentino suspendiera los vuelos desde el país vecino.
Las mutaciones de esta variante la hacen entre 40% y 50% más contagiosa que el wild type (como se llama a la cepa original) y está vinculada también a un aumento de las tasas de hospitalización.
En Brasil se está viendo un fuerte aumento de casos de adultos jóvenes (entre 30 y 50 años) en las terapias, y los expertos lo relacionan con la mayor contagiosidad de esta variante.
Hay otro punto importante, y es que esta variante tiene más probabilidades de reinfección, algo que hace un tiempo se creía infrecuente. En muchos casos, los pacientes que se reinfectaron con esta variante cursaron de forma leve la primera vez y no generaron los anticuerpos suficientes.
La variante del Reino Unido
Junto con la de Manaos, son las dos que más preocupan en Argentina. De la británica, la B.1.1.7, ya hay estudios que confirman que es más contagiosa y que también genera más complicaciones y mortalidad.
Se detectó por primera vez en septiembre y se cree que surgió en un paciente que estuvo largo tiempo internado por una enfermedad que comprometía su sistema inmune. La rápida proliferación en el Reino Unido hizo que el premier Boris Johnson estableciera un lock down a principios de año.
Pero no fue suficiente. Se expandió ya a un centenar de países. Y la razón está en su alta contagiosidad (hasta un 70% más), que se explica por dos causas.
Todas estas variantes tienen mutaciones en la proteína espícula, clave porque es la que se une al receptor de la célula humana. En el caso de la británica, el virus no sólo es más “ávido” de unirse a la célula, sino que también se replica distinto una vez que ingresa a ella.
Carteles de información para prevenir el coronavirus en Londres. (Foto: EFE)
Este mecanismo que se llama “cinética de replicación” hace que a las tres horas de que el virus ingresó, el número de copias sea igual al que hay entre 24 y 48 horas en la variante previa. A mayor carga viral, mayor contagio.
Pero además, una reciente investigación publicada en la revista Nature confirmó que también genera más complicaciones y más mortalidad. De 17.452 fallecimientos ocurridos en Gran Bretaña entre septiembre y febrero, se estimó un 61% de mayor riesgo de muerte asociado con ella.
Dominante
En su último reporte, Proyecto PAIS advierte que en caso de que haya un aumento en la frecuencia de detección de la variante 501Y.V1 en las próximas semanas ya podría tornarse la variante dominante de las nuevas infecciones en nuestro país, como sucedió en Europa y Estados Unidos.
La buena noticia, también por lo que se sabe hasta ahora, es que esta variante es sensible a la respuesta mediada por anticuerpos neutralizantes, que están tanto en el plasma convaleciente como en el suero de individuos vacunados, por lo cual las vacunas actuales son efectivas contra ella.
La variante de Río de Janeiro
La B.1.1.248 comenzó a circular en julio, y en diciembre se publicó el hallazgo. Fue la primera variante en confirmarse en Argentina, a principios de enero.
En este caso, los riesgos de la variante no están dados porque sea más contagiosa, sino por posibles efectos en los tratamientos y vacunas.
Se ha planteado que una de las mutaciones de esta variante podría condicionar resistencia a la respuesta inmune mediada por anticuerpos neutralizantes y anticuerpos monoclonales (como los que se aprobaron en Estados Unidos). Pero si bien los estudios preliminares al respecto mostraron una posible reducción de la respuesta, la misma aún sigue siendo eficiente para neutralizar el efecto viral.
La variante de California
La CAL.20C es la variante que se detectó más recientemente en el país. Se identificó por primera vez en Los Angeles en julio, y no volvió a aparecer hasta octubre. En noviembre su prevalencia era del 4% y hoy ya representa más del 50% de los contagios en el estado de California.
Si bien es más contagiosa que el wild type, lo es menos que las mencionadas más arriba. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, llega a ser un 20% más transmisible.
Carteles de testeos de Covid en un aeropuerto de Los Ángeles. (Foto: EFE)
No se ha observado que esté asociada a una mayor mortalidad, pero los CDC la catalogaron como una variable de preocupación porque sí está asociada con un “significativo impacto en la neutralización” de algunos tratamientos aprobados de emergencia en Estados Unidos. Respecto de las vacunas, advirtieron una “moderada reducción de la neutralización por sueros de convalecientes o inmunizados por vacunas”, pero según los especialistas esto no afecta su eficacia.
La variante de Sudáfrica
Si bien la 501.V2 no se detectó por ahora en Argentina, es una variante que preocupa mucho, principalmente por una razón: es la única que se comprobó que tiene efectos sobre los anticuerpos neutralizantes y por ende puede disminuir la protección de las vacunas.
Esta variante tiene todas sus mutaciones en la espícula viral, y genera un impacto moderado en la neutralización por tratamientos de anticuerpos monoclonales y también una reducción moderada en la neutralización por sueros de convaleciente y postvacunación.
La vacuna de AstraZeneca, afectada por la variante de Sudáfrica. (Foto: AP)
En el caso de la vacuna de AstraZeneca, demostró ser menos efectiva frente a esta variante, y de hecho Sudáfrica primero suspendió la vacunación y después vendió un remanente de dosis. Desde el laboratorio anunciaron que estaban trabajando en modificar el desarrollo para salvar este problema. En el caso de Pfizer y Moderna, también se vio que reduce los anticuerpos neutralizantes, pero según ambas compañías sus vacunas siguen funcionando con esta variante. Fuente: (Clarín)