La polémica entre la ONU y la OMS sobre el momento oportuno de la reanudación de la actividad escolar, los rebrotes cada vez más sostenidos en Europa y nuevos cambios en la agenda del proceso para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos volvieron a poner de manifiesto la dimensión global del impacto de la pandemia de coronavirus.
El número dos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, afirmó que reabrir las escuelas en los países donde la transmisión del Covid-19 todavía es alta "solo empeorará la situación", luego de que el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtiera ayer que el cierre de los colegios entraña riesgos sociales tales como la profundización de la pobreza, y recomendara a los países reabrirlos de manera segura.
"Las escuelas deben ser las primeras en abrir y las últimas en cerrar", expresó hoy Anne Longfield, comisionada de la Niñez en el Reino Unido, donde las clases presenciales se reanudarán en septiembre, excepto en Escocia, donde lo harán este mes.
El Reino Unido es uno de los cuatro países de Europa occidental -los otros son España, Francia e Italia- que resultaron los más afectados por el coronavirus en los primeros meses de la pandemia y en los que en las últimas semanas se detectaron rebrotes que hacen temer una segunda ola de contagios, después de que reanudaran la mayoría de sus actividades tras considerar que lo peor había pasado.
Precisamente, el Reino Unido registró hoy 892 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, 222 más que ayer, y extendió a Aberdeen el confinamiento parcial que ya había dispuesto la semana pasada en Manchester y otras ciudades, en las que volvieron a cerrar bares, restaurantes y otros comercios, y se restringió el acceso a las respectivas localidades.
Francia reportó 1.695 contagios en las últimas 24 horas, la cifra diaria más alta desde el 30 de mayo pasado, aunque, a diferencia de lo sucedido en el Reino Unido, disminuyó ligeramente la cantidad de enfermos de coronavirus internados tanto en salas generales como en unidades de terapia intensiva.
El consejo científico que asesora al gobierno del presidente Emmanuel Macron advirtió ayer que consideraba "altamente probable que se observe una segunda ola epidémica en otoño o en invierno (primavera y verano en la Argentina, respectivamente)".
También en España se dispararon hoy los contagios, con 1.772 detectados en las últimas 24 horas (594 más que ayer) y un leve aumento de la cantidad de personas internadas, mientras la mayoría de los nuevos casos sigue concentrada en Madrid y en las regiones de Aragón, Cataluña, Valencia, Andalucía y el País Vasco, y las autoridades detectaron 560 rebrotes desde el levantamiento del estado de alarma, el 21 de junio pasado.
Asimismo, en Italia -que también se prepara para reanudar las clases presenciales en septiembre- se reportaron 384 casos de coronavirus en las últimas 24 horas, más del doble de los 190 detectados ayer, con epicentro en la región de Lombardía.
Mientras tanto, en Estados Unidos -por lejos el país más afectado, con 25,8% de los contagios y 22,4% de las muertes en todo el mundo desde el comienzo de la pandemia-, el coronavirus volvió a alterar la agenda preelectoral.
Por un lado, el virtual candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, anunció hoy que no viajará a Milwaukee, en el estado Wisconsin, para aceptar personalmente la postulación en la convención partidaria, con el objeto de "evitar poner en peligro" la salud de los habitantes de esa ciudad, y dijo que en cambio participará del encuentro de manera remota desde Wilmington, Delaware, donde vive.
Por otro, el presidente Donald Trump -desfavorecido en las encuestas, en parte debido a su gestión de la pandemia- pidió adelantar el primer debate con Biden, programado para el 29 de septiembre, para antes del comienzo de la votación anticipada en varios estados y sugirió que también él podría participar desde la Casa Blanca de la convención nacional republicana que se celebrará en Charlotte, Carolina del Norte.
Al mismo tiempo, el coronavirus también causa otro tipo de impactos, como lo reflejó hoy la ex primera dama Michelle Obama, quien confesó que estaba atravesando una "depresión de bajo grado" y "esos altibajos emocionales que todos sienten", a raíz de las noticias sobre la pandemia y las protestas antirracistas en Estados Unidos.
Paralelamente, la enfermedad siguió su marcha arrolladora en el resto de América, donde todavía no cesó la primera ola de contagios.
En Brasil -el segundo país con más casos y más muertes en todo el mundo-, el gobierno volvió a generar polémica luego de que el ministro de Salud, general Eduardo Pazuello, recibiera hoy a defensores de aplicar la ozonoterapia, consistente en aplicar ozono por vía rectal, como parte de un posible tratamiento contra el coronavirus que no demostró ser efectivo, según organismos y expertos sanitarios.
Y en Colombia -que este fin de semana pasó en dos días de ser el undécimo país con más contagios acumulados a ser el noveno-, contrajo Covid-19 el senador Álvaro Uribe un día después de convertirse en el primer expresidente de la historia de su país al que se le impuso prisión preventiva domiciliaria mientras se lo procesa por fraude procesal y soborno.