La medida, que por rige por undécima vez en lo que va del año, implica la prohibición de circular a un 40% de los vehículos motorizados sin convertidor catalítico, determinados por el último número de sus placas patentes, en este caso el 7, 8, 9, 0, 1 o 2.
Con esta restricción, adoptada por la Intendencia Metropolitana, se pretende sacar de la circulación a unos 350.000 vehículos en el Gran Santiago y en municipios aledaños de Puente Alto y San Bernardo.
Además, el estado de preemergencia ambiental supone la paralización de actividades de unas 1.350 industrias contaminantes, la recomendación de evitar las actividades al aire libe y la prohibición de encender calefactores a leña y otros derivados de la madera, precisó la agencia EFE.
Santiago, con 6,3 millones de habitantes, está situada en un valle rodeado de montañas y es considerada una de las ciudades más contaminadas de América latina, principalmente en otoño y invierno, debido a la ausencia de brisas que dispersen las partículas contaminantes.