El estado de California, el más poblado de Estados Unidos, con 40 millones de habitantes, se convirtió en el nuevo epicentro del coronavirus en el país tras superar en número de casos a Nueva York, hasta ahora la región más golpeada por la pandemia.
Con 409.598 contagios de Covid-19, California superó las 408.886 infecciones registradas en Nueva York, aunque dicho estado denota aún el récord nacional de muertos, con 32.526, más de cuatro veces más que el estado sureño, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.
Solo en las últimas 24 horas, California sumó 12.807 nuevos casos, una cifra récord, y alcanzó una tasa de positividad del 7,6%, según información oficial.
"Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de controlar la tasa de propagación, a pesar de haber pasado los 400.000 casos en California", dijo ayer el secretario estatal de Salud, Mark Ghaly, citado por el portal de noticias Hufftington Post.
"Al final, realmente espero que California sea el estado que más se adaptó, aprendió más y se preparó mejor", agregó.
Hoy, durante una breve conferencia de prensa en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump reconoció que la situación en California "es muy grave" y destacó que el estado "está prácticamente cerrado", según el canal de noticias ABC.
En la misma conferencia, Trump volvió a presionar para que las escuelas abran en septiembre, al inicio del año lectivo, y argumentó que los "niños no se contagian tanto ni transmiten tanto la enfermedad", dos afirmaciones rechazadas por la comunidad científica nacional e internacional.
Desde hace dos meses y medio, Estados Unidos vive un repunte de casos de la Covid-19, principalmente en los estados del Sur y Oeste del país, que creció tanto con las reaperturas que la curva actual ya superó el pico nacional alcanzado en el peor momento de Nueva York en abril pasado.
Otro de los estados más afectados es Florida, donde hoy se contabilizaron 9.785 nuevos contagios y 139 muertes, mientras el uso de tapabocas se impone, con multas incluidas, en los tres condados sureños que son el epicentro local de la enfermedad.
El condado de Miami-Dade detectó 2.788 nuevos casos, mientras que Broward y Palm Beach contabilizaron un total de 1.170 y 555 casos, respectivamente.
Ante el incremento de infecciones en ese área, a partir del 2 de agosto abrirán cinco nuevos centros para pruebas tanto en Miami-Dade como en Broward, según anunció la División de Emergencias estatal.
Con 3.925.025 millones de infectados y 142.401 de fallecidos, Estados Unidos es el país con más casos y muertes por el brote en el mundo.
El balance provisional de muertos supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
Ayer, el presidente Donald Trump advirtió que el coronavirus "empeorará antes de mejorar", pero intentó matizar con un mensaje optimista sobre de los esfuerzos del país para conquistar la enfermedad.
"Las vacunas están llegando, y llegarán mucho antes de lo que cualquiera creía posible", prometió Trump, quien en noviembre buscará su reelección en medio de la pandemia y de la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
También promocionó una reducción en las muertes por la Covid-19, a la que se refirió repetidamente como el "virus chino", y alentó a los estadounidenses a usar tapabocas cuando no es posible el distanciamiento social, algo que hasta ahora rechazaba, en síntonia con los gobernadores y alcaldes republicanos que se niegan a hacerlo obligatorio, como piden los expertos.
"Me estoy acostumbrando al barbijo", agregó, después de meses de sugerir que usar máscara o tapaboca era una declaración política en su contra.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 225.000.