Tras superar la separación de Juan Suris, con quien vivió una relación tormentosa, Mónica Farro encontró consuelo en los brazos de su personal trainer, Leandro Herrera. Tras varios intentos por parte de él de ponerle el título legal al romance, al fin consiguió que la rubia diera el brazo a torcer y lanzara el clásico: "Si, quiero".
"La propuesta de casamiento llegó hace un año con anillos y todo, pero yo nunca le había dicho que sí. ¿Qué le respondí? 'Probemos'. Así que, hace unos meses, me volvió a preguntar. Compró otros anillos, mucho más lindos que los que me había dado la primera vez, y me pidió nuevamente que me casara con él. Entonces yo le dije que se tenía que arrodillar si quería pedirme matrimonio. Lo hizo, así que le dije que sí", contó la vedette.
La unión civil se llevará a cabo el 16 de agosto en el Registro de la calle Cabildo, en el barrio de Belgrano. Luego de la firmas correspondientes y de cumplir con lo legal, los novios, familiares y amigos se trasladarán a la disco Ink, dónde se llevará a cabo un cocktail. Respecto a la lista de regalos, los chicos, en la lista de invitados, dejaron un número de cuenta para que los que vayan puedan colaborar económicamente con el viaje de luna de miel.
Para la boda no falta nada y la mismísima Mónica explicó el mitivo de porque todo tan rápido. "Los dos somos bastantes ansiosos, por ende, cuando me lo propuso, enseguida nos pusimos a organizar y, la verdad, ya tenemos todo medio cocinado, por eso la fecha tan pronto".
En cuanto a la pareja, se conocieron el 20 de octubre de 2017 y un mes más tarde lo oficializaron. Leandro era su personal trainer y entrenamiento tras entrenamiento, se fueron enamorando.