En diálogo con la revista Luz, Luisana Lopilato habló por primera vez de lo mal que la pasó esos días críticos para la salud de su niño: "Me pregunto muchas veces por qué pasó esto, pero fue inevitable. Se trepó en un segundo a la mesada y yo estaba al lado de él, y se tiró agua caliente. En un momento los médicos me decían que había que hacerle injerto, pero gracias a Dios fue cicatrizando de a poco. Por mucho tiempo tiene que usar bandas elásticas que aprieten para que no le queden marcas. Tengo que hacerle curaciones y sufro porque le duele y se queja", relató la actriz.
"Intento estar bien siempre. Soy bastante positiva y tengo esperanza de que va a estar todo bien. Por el accidente que tuvo Noah, estuvo internado en el hospital donde compartía el piso con niños con enfermedades terminales y me preguntaba: '¿Cómo hacen estos padres para levantarse todos los días y respirar?'. Trato de no pensar en eso, creo que en esos momentos uno saca la fuerza de algún lado", reflexionó.