La historia de vida de Natalia Franzoni es muy particular. A los 17 años, gracias a unas piernas larguísimas, y a unas curvas que la práctica deportiva temprana ayudó a cincelar, debutó en las pasarelas, y también en el mundo de la publicidad.
Apenas un año después se topó con el amor al conocer al por entonces futbolista Mariano Juan, casi diez años mayor. Y no se separaron más. Se casaron en España, país donde estaba jugando el volante (ex campeón mundial con la Selección Sub 20). Y juntos tuvieron un hijo, Gonzalo (cinco).
Al regresar al país, si bien hizo distintos programas en el cable, el gran destape de Naty se dio hace unos meses como movilera de Pamela David en Desayuno Americano. Allí, su frescura y cierto desenfado le valió el guiño del público: las mujeres la aceptan por su simpatía, y los hombres mueren por su belleza.
Hace unos días Franzoni se fue de vacaciones a Punta Cana. Y desde allá fue subiendo a Twitter y Facebook distintas postales donde lo que más impacta no es el paisaje sino ella misma.