Renato quedó eliminado de Gran Hermano y rompió el récord de porcentaje negativo en la historia del programa con el 92,3% de los votos.
Una vez definida la placa por “Sopa”, la líder de la semana, los participantes hicieron campaña y esperaron con ansias la gala de eliminación. A raíz de las fuertes discusiones que hubo durante el fin de semana, Santiago del Moro habilitó una puerta giratoria para que los jugadores se fueran por voluntad propia si no se sentían cómodos con las reglas propuestas para este año. Nadie tomó la iniciativa.
A las 22:20 Santiago del Moro le dio inicio a una gala que estuvo marcada desde el principio por la tensión, luego de una cena de nominados que contó con varios choques de los jugadores. El cordobés y el peruano se enfrentaron con el uruguayo y más tarde se vio uno de los momentos más comentados: Luciana le dijo a Renato que no estaba de acuerdo con su comportamiento con las mujeres. La palabra “acoso” apareció mencionada, pero al final fue ella quien terminó disculpándose y lamento. Sin embargo, la polémica quedó servida. Al final de la noche, la sangre terminó llegando al río para él.
La primera en recibir las buenas noticias de que continuaba dentro de la casa fue Keila, la participante de alto perfil que había sido elegida por Sopa para formar parte de la placa, luego de sacar a Luz. Con solo 2.2% se quedó dentro de la competencia y mandó un mensaje a todos sus compañeros, porque no solo es importante quién se va sino el orden en que son elegidos por el público, lo que marcaría una tendencia sobre quiénes tienen mejor imagen con respecto a otros.
Luego fue el turno de Luciana, quien fue una de las grandes protagonistas de la gala. Además, de su cruce con Renato, terminó abriéndose por primera vez frente al resto de los concursantes al hablar de su identidad de género y el sufrimiento que vivió al reconocerse como una mujer trans. La participante fue la segunda en salir de placa y cosechó tan solo 3,48% de los votos. Más tarde quien pudo volver a sonreír fue Martina (3,6%) y dejó a los tres varones para la semifinal.
La sorpresa del cordobés fue grande cuando Del Moro anunció que seguía en la casa, con 8,3% de la votación popular, dejando para la definición el cara a cara de la temporada más esperado. Los rivales en el juego quedaron uno contra uno. Santiago versus Renato, Renato versus Santiago. Al final cuando llegó el momento de anunciar quién había ganado la pulseada final, el conductor terminó gritando el nombre del modelo limeño.
El grito de “Tato”, como llaman al uruguayo, se escuchó con claridad. “¡Vamos, carajo!”, lanzó, mientras varios de los compañeros rodeaban a “Perú”, como fue apodado el influencer, para darle aliento al recibir el peor golpe de manos de su rival. Una de las más desconsoladas fue Sopa, quien lo mandó a placa de nominados en su rol de líder, a pesar de que él no había sido elegido por el resto de los compañeros. “No pasa nada. No lloren”, les pidió.
Ya con el jugador fuera de la casa, y yendo de camino al estudio, el conductor reveló una sorpresa final que tuvo la votación. “Esto es récord. Lo que van a ver es récord”, comentó, antes de presentar los números finales. “La gente no habló. La gente gritó”, aseveró, mientras presentaba el 92,3% que se llevó el influencer frente a un insignificante 7,7% de su rival. “Esta es la verdad, el público decide”, concluyó.
Varios de sus compañeros más allegados rompieron en llanto y “Sopa” le pidió disculpas porque fue ella quien lo fulminó y lo mandó directo a la gala.