Belén Francese soñaba con entrar vestida de blanco a la iglesia, junto a su prometido Fabián Lencinas, pero ese sueño se vio truncado por esta catástrofe mundial que es el COVID-19 y que está afectando a miles de personas.
El casamiento se iba a concretar en la tierra del sol y del buen vino, en Mendoza, desde donde es su pareja y luego la Luna de Miel iba a transcurrir entre Las Bahamas y Miami.
"No puedo creer todo lo que está pasando. La verdad es una catástrofe mundial que afectó a todos, particularmente a nosotros nos modificó todo el itinerario de casamiento y Luna de Miel que teníamos previsto para estas fechas", contó con cierta tristeza la vedette en una entrevista.
"Lógicamente corrimos todo y puedo confirmar que la fiesta la pospusimos para octubre, cuando todo esto, espero, sea parte del pasado", deseó.
"Esta cuarentena es una prueba de fuego para mí y mi futuro marido ya que estamos 24 horas juntos. Así que si superamos esto sé que vamos a ser felices toda la vida", dijo entre risas.
En la charla también detalló cómo viven el aislamiento y cuáles son las actividades que ambos realizan para respetar el espacio de cada uno.
"Por suerte cada uno tiene sus cosas y yo desarrollé mi capacidad para dibujar, escribir y también darme maña con la cocina. Tratamos de no invadirnos y respetar nuestros espacios de soledad aunque esté el otro en casa", se refirió respecto a la convivencia y dejó en claro que "en cuanto abran los registros civiles me casó por ley como corresponde".