El dólar cerró con un alza del 0,3% y así continuó en los mayores niveles durante los últimos doce años.
A mitad del día, había llegado a tocar los 3,487 reales para la venta, pero sobre el cierre recortó la escalada.
A su vez, en el inicio de semana, había sufrido una pérdida de casi 1%, luego que el Banco Central rechazará llevar a cabo nuevas intervenciones en el mercado cambiario.
La devaluación de Brasil impacta en la Argentina ya que significa una pérdida de competitividad para las exportaciones hacia ese país, el cual es el principal socio del Mercosur.
El ritmo de la depreciación del real con relación a la del peso es notablemente más dinámica y ello afecta de modo marcado al comercio bilateral y la economía local.
Desde principios de año el peso se devaluó sólo un 7,53%, mientras, en el caso del real la depreciación oscila en un 30%.
La compleja situación de la industria brasileña, que tuvo su peor primer semestre desde 2009; el avance del billete verde en los mercados globales y el anuncio de que el objetivo de superávit presupuestario primario de 2015 descenderá a un 0,15% del PIB, son algunos de los factores que más preocupan a los inversores, que buscan cobertura ante eventuales turbulencias económicas.
El real no caía en esos valores desde 2003, período en el cual había una fuerte desconfianza frente al cambio de gobierno y la llegada de Luiz Inácio Lula da Silva a la administración.
El Bovespa, por su parte, volvió a cerrar este martes con números negativos y cedió 0,16% por las presiones del escenario político y descensos en las acciones del sector bancario.