Este lunes, bajaron los precios del petróleo de manera significativa debido a un nuevo recorte en las previsiones de crecimiento de la demanda mundial de crudo por parte de la OPEP. Este ajuste afecta las proyecciones tanto para 2024 como para 2025.
En particular, las importaciones de petróleo en China, bajaron por quinto mes consecutivo. Los mercados se mantienen en alerta ante posibles ataques israelíes a la infraestructura petrolera iraní, lo que genera una mayor incertidumbre en un entorno ya volátil.
En este contexto, los futuros del crudo Brent cayeron en 1,58 dólares, o un 2%, situándose en 77,46 dólares por barril. Por su parte, los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cedieron 1,73 dólares, o un 2,3%, alcanzando un precio de 73,83 dólares por barril.
Aunque el Brent había ganado 99 centavos la semana pasada y el WTI subió 1,18 dólares, la tendencia a la baja del lunes refleja la creciente preocupación de los inversores por el debilitamiento de la demanda.
Revisión de proyecciones y la economía china
La OPEP realizó su tercer recorte consecutivo en la previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo. Para el 2024, la organización ajustó su estimación para China a 580.000 barriles por día (bpd), una disminución desde los 650.000 bpd previamente estimados.
La situación se complica aún más por las presiones deflacionarias que afectan a China, que se intensificaron en septiembre, según los datos oficiales. En una rueda de prensa reciente, los anuncios sobre un paquete de estímulo para revitalizar la economía de la segunda potencia mundial no lograron convencer a los inversores.
"Las medidas de estímulo monetario de China no han logrado estimular y la promesa del Ministerio de Finanzas del fin de semana de pedir más préstamos tuvo muchos clichés y frases pero pocos detalles tranquilizadores y convincentes", señaló Tamas Varga de la correduría de petróleo PVM.
Incertidumbre geopolítica y respuestas de EE. UU.
Las noticias negativas procedentes de China tuvieron un peso mayor en los mercados que las inquietudes por una posible respuesta de Israel tras el ataque con misiles de Irán del 1 de octubre. Mientras tanto, Estados Unidos anunció el despliegue de tropas en Israel, junto con un avanzado sistema antimisiles, en un movimiento poco habitual destinado a fortalecer las defensas aéreas del país.
Según funcionarios estadounidenses, el país estuvo instando a Israel a calibrar su respuesta para evitar desencadenar un conflicto más amplio en Oriente Medio. El presidente Biden, además, ha expresado su oposición a un ataque israelí contra las instalaciones nucleares de Irán, así como su preocupación por un posible ataque a la infraestructura energética de Irán. (Con información de Ámbito Financiero)
