El paranaense Santiago Ulrich, único entrerriano en la Categoría General, sacó pasajes para Orlando, Estados Unidos, y dirá presente en el Campeonato Mundial de footgolf. Será su debut en esta competencia algo que lo tiene movilizado emocionalmente más allá de su casamiento con Daiana este año.
Mientras junto al resto de los entrerrianos buscan los fondos para poder viajar, Pipa dijo: "Este será, gracias a Dios, mi primer Mundial. Se jugó antes de la pandemia en Marruecos, pero yo hacía poco que había empezado y no puede llegar deportivamente a estar clasificado. Luego se jugaba en Japón, pero se suspendió por la pandemia y ahora se reanudaron los mundiales y gracias a Dios clasifiqué para llegar a mi primer Mundial", dijo y continuó: "Para todo deportista es la cima y la gran meta de cada uno es poder llegar a representar a tu país en cualquier competencia y más aún, más importante es hacerlo en un Mundial que es la meca de cualquier deporte. Estoy muy contento y emocionado. Cuando logré la clasificación me puse en el auto a llorar solo porque llegué a lo más alto que un deportista puede aspirar que es jugar un Mundial. Luego de ahí en más, como me vaya o como transcurran las cosas es otro tema, pero la verdad feliz porque es lo que uno ansiaba, representar al país en un Mundial".
Pilar fue el epicentro donde el de Paraná alcanzó la clasificación. "El torneo se jugó el finde y se clasificaba de acuerdo a tu rendimiento en el año. El viernes se jugó Copa de Bronce, pero había Plata, Oro y Diamante. Eran las cuatro zonas. Yo, y por haber salido primero en el FIFG 500 que se realizó en el año en Villa Libertadores San Martín, gané el cupo para estar en la Zona Diamante, es decir que solo jugué el domingo. Los demás arrancaron a jugar el viernes en el caso del Bronce y eran etapas donde clasificaban los 10 primeros. De ahí pasaban a Plata y así sucesivamente hasta llegar al domingo donde se definió todo. Yo, al tener Diamante, tuve doble chance. Jugué a la mañana con otros nueve jugadores y de ahí los dos primeros clasificaban derecho al Mundial. Yo ahí salí primer y ya me metí en el Mundial. Después los ocho restantes jugaron a la tarde con todos los jugadores que venían desde las diferentes copas y de ahí salían los otros clasificados. Gracias a Dios en la primer chance que tuve lo pude lograr y clasifiqué".
Pipa este año se casa y en este país hacerlo es una alegría, pero un gasto enorme a la vez. En consecuencia deberá trabajar duro para, por otra parte, recaudar dinero y viajar al Mundial. Esta labor la llevará adelante junto al resto de los entrerrianos clasificados al Mundial. "Es lo más importante. El casamiento es un presupuesto, pero nos estamos organizando para salir a tocar todas las puertas, la Municipalidad, el Gobierno de la Provincia y las empresas privadas. Vamos a ir a todos lados porque, por ejemplo, la inscripción al Mundial, cuesta 1500 dólares más los aéreos. Es un presupuesto muy elevado. Personalmente no lo dispongo bajo ningún tipo de vista así que nos estamos organizando con carpetas y demás. Vamos a tener que salir a golpear varias puertas con el resto de los entrerrianos que vamos al Mundial". <i>(Diario Uno)</i>