Dueño del 70 por ciento del pase, San Pablo no quiere a Ricardo Centurión. Nadie lo espera. Entre los hinchas, es 'persona no grata'. Los dirigentes pretenden negociarlo de cualquier forma. Tampoco tiene lugar en el plantel del técnico Dorival Júnior: un poco por su pasado, de pobres números, y otro tanto porque el cupo para extranjeros está agotado en un equipo que pelea por salir de la zona del descenso.
La historia de Centurión en San Pablo comenzó a principios de 2015. Tuvo un buen primer semestre, siendo el jugador número 12 del equipo. Su fama de gambeteador le abrió el crédito entre los torcedores, y sus goles importantes en la Copa Libertadores de ese año, ante Danubio, de Uruguay, y Cruzeiro, parecían darle la razón a la directiva, que invirtió cerca de 12 millones de reales (poco menos de cuatro millones de dólares) en el volante.
Sin embargo, se apagó muy rápido en el equipo que dirigía Muricy Ramalho. Su imagen se fue desvaneciendo hasta el punto de irritar a los hinchas cada vez que Edgardo Bauza, en 2016, intentaba reanimarlo, dándole minutos. Nadie sabía qué hacer con él, por lo que el préstamo a Boca parecía haber caído desde el cielo.
Ahora, el tema de su pase es un asunto espinoso, ya que fue Vinicius Pinotti, un hincha millonario, quien le prestó el dinero al club para su contratación en 2015. Por lo tanto, la institución creó una deuda con el magnate que, meses después, y de forma llamativa, se convirtió en su Director de Marketing. Hoy es Director de Fútbol.
Son seis los extranjeros que componen el plantel (el límite es de cinco en el Brasileirao): Julio Buffarini, Lucas Pratto y el recién llegado Jonathan Gómez; el ecuatoriano Robert Arboleda, el peruano Christian Cueva y el uruguayo Diego Lugano.
A Racing se le escurrieron de las manos 1.750.000 dólares, que era lo que iba a percibir por ser el dueño del 30% del pase del futbolista que se formó en el club. El presidente Víctor Blanco se había reunido el lunes pasado con dirigentes de San Pablo para intentar comprar un 20% más del pase y poder generar más dinero, con una futura venta. No sólo no llegaron a buen puerto las negociaciones, sino que luego de las transferencias caídas a Genoa y a Boca, la capacidad de reventa del jugador, de 24 años, ahora parece más baja. Uno de los dirigentes más importantes le aseguró a la nación que "es muy difícil" que vuelva al club. ¿Y Lanús? Lo quiere a préstamo, por seis meses. Por ahora, es sólo una posibilidad.