Talleres sumó otro triunfo y se ilusiona. Con goles de Ramis y Encina, el equipo de Kudelka venció por 2 a 0 a Central Córdoba de Santiago del Estero y está en lo más alto del torneo. Los cordobeses fueron expeditivos y contundentes aprovechando los errores de la visita.
Ahora los dirigidos por Frank Kudelka alcanzan los 13 puntos en el certamen y superan por tres unidades a Ferro, equipo con el que compartía la punta y lo podrá alcanzar si gana su partido el próximo lunes en Tandil ante Santamarina; mientras que Central Córdoba queda en la parte baja del lote del medio, con seis puntos.
El conjunto cordobés salió con todo en los primeros de la tarde-noche del Kempes, y rápidamente llevó el juego a campo rival, con mucha posesión de pelota y complicando en los últimos metros visitantes con las peligrosas llegadas de Ramis, Nazareno Solís y Eial Strahman, pero no estaban precisos en la definición.
Sin embargo las primeras acciones de real peligro se dieron en el arco de Mauricio Caranta, con un tiro libre de Diego García que dio en el travesaño, y luego con un potente remate cruzado de Martín Minadevino que salió muy cerca del palo izquierdo del ex arquero de Rosario Central.
Se motivó el elenco santiagueño con esas acciones y fue superior al local el resto de la etapa inicial, porque le quitó la pelota y con las buenas tareas en el medio de Martín Zapata y Pablo Burzio, complicó a la última línea de Talleres, que lucía desconcertado en esos momentos.
Pero apenas inició el complemento, Ramis recibió afuera del área, encaró y sacó un tiro potente que se metió arriba junto al palo izquierdo de Lucas Calviño, transformándose en el 1 a 0.
Después llegó la expulsión del defensor visitante Hugo Vera, a los 13 minutos, y Central Córdoba lo sintió demasiado, porque acarreaba un enorme desgaste de la primera mitad, y vino lo mejor de los Albiazules, que tuvieron varias chances de ampliar la ventaja, objetivo que lograron cuando se iba el encuentro con el tanto de Encina, que definió por debajo de Calviño un contragolpe que había manejado muy bien Gonzalo Klusener.
