A 48 horas del arranque del Mundial de Qatar, la Selección Argentina de Lionel Scaloni abrió las puertas de su entrenamiento, con todas las miradas puestas en los jugadores que llegaban "tocados" de cara al debut del martes 22, frente a Arabia Saudita.
La idea del DT era ver cómo estaban Marcos Acuña, Christian Cuti Romero, Lautaro Martínez, Alejandro Papu Gómez y el resto de los futbolistas que se mencionaron en las últimas horas poniendo en duda su estado físico. Es que la premisa del cuerpo técnico de la Selección siempre fue que estén todos al ciento por ciento, de ahí la decisión de las bajas de Nico González y Joaquín Correa, el jueves.
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La práctica contó con una gran cantidad de medios de todo el mundo, pendientes de la presencia de Lionel Messi. Una presencia que finalmente no se dio. Es que Scaloni decidió sacar a la cancha solo a un grupo de 14 jugadores de campo, en el que no estaba el capitán de la Selección.
Messi, Di María, Paredes, Otamendi, Lisandro Martínez, Foyth y De Paul se quedaron en el gimnasio haciendo otra rutina de ejercicios, todos ellos sin complicaciones físicas según pudo averiguar Clarín, presente en el lugar.
La lupa de Scaloni y su equipo de trabajo estuvo puesta en el resto de los jugadores, que se movieron, corrieron e hicieron un poco de fútbol en espacio reducido durante el breve tiempo en el que la prensa pudo ser testigo del entrenamiento. La primera sensación es que todos se encontraban en óptimas condiciones.
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Los cuatro arqueros de la delegación, Emiliano Martínez, Franco Armani, Gerónimo Rulli (los tres de la lista) y Federico Gomes Gerth (el juvenil sparring), trabajaron con sus entrenadores, en otro sector.
El entrenamiento comenzó pasadas las 18 horas en Doha (las 12 de Buenos Aires), con una temperatura agradable de 28 grados pero luego de un día marcado por los fuertes vientos y la presencia de arena en el aire.
Vale recordar que el primer partido de la Argentina en el Mundial será a las 13 horas de Qatar, el momento en que hace más calor, aunque prometen que no será factor decisivo durante la competencia, producto de la aclimatación que habrá en todos los estadios.