El cierre fue a puro lujo, aunque no le haya sobrado nada a San Lorenzo. Ganó. Ganó con contundencia. Ganó golpeando en el momento justo. Ganó en el final con un pase de magia de Leandro Romagnoli para el gol de Kalinski. Ganó tres puntos que le sirven mucho para abandonar esos puestos de abajo y retomar el camino que se desvió tras la Copa Libertadores. Defensa y Justicia, que sigue sin ganar de local en el torneo, hizo las cosas bien, hasta que dejó de aprovechar el peligro que generó en el área de Torrico y lo perdió, solito, a pura inocencia.
Defensa arrancó ganando con el gol de Julio César Rodríguez y estaba bien. Porque era más que su rival, porque jugaba lindo y porque había aprovechado un error del fondo (y también hubo lujo de Ciru Rius en la asistencia). Pero cinco minutos más tarde, en un corner, el local marcó mal, kalinski cabeceó, Pellegrino apenas si pudo manotearla y Cetto estaba listo para meter el empate. Y listo. Después de ese momento, se acabó la suerte del Halcón y el que voló alto fue el Cuervo.
Defensa fue y fue y casi, casi. Pero no supo cómo. Y tras un error en el medio, Ortigoza se encontró con la pelota, le dio un pase preciso a Matos y listo, 2-1. Y el 3-1 fue más o menos igual, otro descuido cuando jugaba mejor que el rival, Romagnoli que dibuja y Kalinski cierra el resultado, con una victoria que suma y mucho.