En una temporada normal, a esta altura el calendario del rugby nacional entraría en la recta final. Los torneos regionales ya habrían llegado a su fin y se estaría en plena competencia con los certámenes nacionales. Todo claro a la espera de la frutilla del postre que es el Seven de la República en el cierre del año.
Pero la pandemia por el coronavirus trastocó todos los planes y desde de la Unión Entrerriana ya apuntan todos sus cañones para el 2021. Si bien siguen trabajando en el monitoreo del regreso a los entrenamientos, saben que tener competencia será prácticamente imposible. Así lo dejó en claro el presidente de la entidad, Nelson Di Palma, quien en diálogo con <i>Ovación, de Diario Uno</i>, anticipó que piensan en el inicio del próximo año para la realización del torneo de juego reducido de selecciones.
"Con certeza diría que este año ya no vamos a poder jugar y en eso cae el Seven de la República. Le propusimos a la UAR hacerlo a principios del año que viene, si las condiciones sanitarias lo permiten. Es una posibilidad hacerlo en marzo. Ya estamos sobre la fecha y si bien tenemos hasta el 31 de este mes para decidir, no es viable hacerlo en el contexto en el que estamos", sostuvo.
El dirigente también dejó en claro que la no realización del Seven este año no será un golpe económico para la UER. "El Seven nunca fue un evento recaudatorio, pero si una chance de mostrar el trabajo que podemos hacer con un torneo de tamaña magnitud. No contamos con ese ingreso como parte de la sustentabilidad económica de la Unión. Cuando asumimos ya estaba perfectamente saneada, no había problemas. Tuvimos un 2019 muy bueno, prolijo, que nos permitió tener cierto pulmón como para resistir la falta de ingresos de este año. También hubo ayuda de parte de la UAR y eso nos permite funcionar muy bien. En ese sentido no tuvimos problemas", afirmó.
Di Palma también se refirió al desafío que significó tener que diagramar nuevas ideas ante la inactividad. "Tuvimos que reestructurar todas las acciones que teníamos previstas para el año. Queríamos tener un gran año de competencia y estábamos bien encaminados. Pero cuando pasó lo de la pandemia el nuevo objetivo fue cómo contener a la gente. Empezamos a trabajar para no perder tantos deportistas y para que no se nos caigan las estructuras. Ahí empezó un gran debate nacional, donde la Unión Argentina de Rugby aportó mucho en materia de organización, en ayudarnos a sostener los distintos grupos, con diferentes acciones. Tuvimos que sobrevivir a este difícil momento que nos toca vivir. Nosotros partimos de la base en que va a ver una caída significativa en la cantidad de gente. Es un comenzar de nuevo. También reconozco que hay mucha ansiedad entre los chicos, tienen ganas de volver al ruedo, y a eso hay que aprovecharlo. Que haya un efecto de contagio para los que perdieron el interés. Lo que se está pensando en término de competencias para el año que viene es contemplar esa merma de jugadores. Hay que organizarse de acuerdo a la realidad cuando nos toque volver a jugar", sostuvo.
Alejandro Arnau, secretario del Consejo Directivo, también se refirió al trabajo que se encaró con los clubes de toda la provincia. "A comienzos del año pasado tuvimos un congreso donde nos juntamos con los dirigentes del interior. Fue algo muy importante y ahí recibimos todas las criticas y nos comprometimos a sanear todas las diferencias que ellos tenían con la Unión. Eso nos hizo crecer, también junto al rugby social. Ahora, en estos tiempos, eso sirvió para que estén incluidos en el sistema y así recibir muchos beneficios. Creíamos que íbamos a cosechar todo lo hecho el año pasado, nos tuvimos que adaptar. Ahora te puedo decir que si convocamos a una reunión de Zoom entre todos, te aseguro que participan 28 de los 32 clubes que hay. Ese es el promedio. Eso marca que la comunicación de la UER hacia los clubes es muy buena. Ese fue el compromiso nuestro, desarrollar a los equipos del interior y que puedan tener un crecimiento sostenido", declaró.
Por último, Rodrigo Zapata Icart (Oficial de Desarrollo provincial), apuntaló el concepto de hacer crecer a las entidades del interior. "La intención de nuestro trabajo debe ser que los clubes de Desarrollo abandonen ese mote. Es decir que pasen a tener una estructura completa, que no solamente trabajen con planteles superiores. Que de a poco puedan ir captando chicos en edades tempranas y vayan formando parte del semillero. El jugador de un plantel superior tiene su fecha de vencimiento muy próxima y más si pasan cosas como la de este año. El rugby pasaría a un segundo plano. Con los chicos eso no pasa, por lo que debemos apuntar a crecer con las divisiones formativas", apuntó.
Fuente: Uno