River-Boca: Las diferencias del escándalo en el Monumental con el día del "gas pimienta"

El 14 de mayo de 2015 el Superclásico vivió una de las jornadas más penosas de su historia, cuando un hincha de Boca arrojó gas pimienta a los jugadores de River en la manga de La Bombonera. Estaba a punto de disputarse el segundo tiempo de los octavos de final de la Copa Libertadores. Sin embargo, la Conmebol resolvió darle por ganada la serie al Millonario. Tres años y medio después parece que nada cambió y, aquella situación, podría jugarle a favor a los dirigentes xeneizes.

Ese encuentro por la Libertadores entre ambos equipos terminó con la suspensión del partido que se le dio por ganado a River y se descalificó a Boca. La sanción de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) fue más blanda de lo que se esperaba e incluyó el castigo de jugar cuatro partidos como local sin público y una multa.

Tras una investigación se pudo identificar al agresor, Adrián "el panadero" Napolitano, un conocido hincha del club. El agresor introdujo el gas por un agujero de la manga y luego del ataque escapó del estadio disfrazado con ayuda de otros simpatizantes, según se pudo reconstruir mediante las cámaras de seguridad.

Napolitano fue condenado a tres años de trabajo comunitario, igual que los tres cómplices que lo ayudaron a huir. Todos fueron además expulsados como socios de Boca.

El ataque a los jugadores de River ocurrió cuando accedían al terreno de juego para disputar la segunda parte del partido que iba 0-0, lo que significaba la clasificación del Millonario a los cuartos de final tras haber ganado en la ida 1-0. Los más afectados fueron Leo Ponzio, Funes Mori, Matías Kranevitter y Leonel Vangioni. El partido nunca se reanudó.

Dos días después, el Tribunal de Disciplina de la Conmebol descalificó a Boca de la Copa Libertadores, resolvió que juegue a puertas cerradas los próximos cuatro partidos que dispute de local en competiciones del organismo, y una multa de US$200.000 como sentencia accesoria. Además, en el fallo advirtió que en caso de repetirse cualquier infracción similar "será de aplicación lo dispuesto en el Art. 43 del Reglamento Disciplinario, y las consecuencias que del mismo se puedan derivar".

En fallo que benefició a River fue avalado por el artículo 23 del reglamento del organismo que determina que "cualquier equipo por cuya responsabilidad se determine el resultado de un partido se considerará como perdedor de ese encuentro por 3-0". Además, la Conmebol tenía un antecedente: por un "monedazo" al árbitro argentino Ángel Sánchez, le dieron por ganado un partido a Olimpia de Paraguay por 2-0 ante Cobreloa de Chile.

El bochorno en un Superclásico se repitió este sábado con la lluvia de piedras que recibió el micro de los jugadores de Boca por parte de la hinchada de River. El incidente terminó con tres jugadores heridos y varios afectados por los gases lacrimógenos que lanzó la policía y que se metieron en el interior del vehículo xeneize cuyos vidrios terminaron destrozados.

El partido, que debía jugarse a las 19, fue postergado primero para las 20, luego a las 22 y finalmente se decidió que se jugaba el domingo. Sin embargo, este domingo al mediodía la Conmebol se adelantó otra vez el encuentro y la fecha se definirá el próximo martes en una reunión en la sede del organismo en Paraguay.

El artículo 18 de la Conmebol prevé sanciones que van desde multas hasta pérdida del partido, porque fanáticos de River atacaron el autobús de Boca cuando se acercaba el sábado al Monumental. A diferencia de los incidentes en La Bombonera, la agresión se produjo en las inmediaciones del estadio y el partido ni siquiera había empezado.

"Boca quiere que el Tribunal de Disciplina de la Conmebol lea las quince fojas de nuestra presentación y queremos una respuesta formal", dijo Angelici, por el documento que acompañó constancia médicas sobre las heridas sufridas por el capitán Pablo Pérez.